Fondant

Fondant

El fondant (un término francés que significa "fusión") o pasta de azúcar es un compuesto comestible muy dulce, por lo general formado a partir de polvo de azúcar y glucosa, que encuentra muchos usos en repostería, principalmente como cobertura o para hacer decoraciones y modelados en pasteles.

Se trata de una masa de consistencia muy dulce y decididamente dura. Se fabrica con glucosa y agua, además de cola de pescado (o agar-agar en recetas vegetarianas) y mantequilla.

Se encuentra comúnmente en color blanco y puede teñirse de acuerdo a la necesidad, utilizando colorantes en gel o polvo, aunque también se puede comprar ya colorado. Comprar el fondant teñido puede convenir sobre todo si tenemos que realizar un trabajo que requiere una gran cantidad y tenemos que estar seguros de que siempre tenga el mismo color.

Especialmente para algunos colores tales como rojo y negro, con el fin de obtener un buen resultado a partir de la pasta blanca, es necesario utilizar mucho colorante y se torna difícil reproducir exactamente la misma coloración cada vez. Por el contrario, si las cantidades a utilizar no son muchas, con los colorantes vegetales se pueden conseguir un sinfín de variaciones de color.

El fondant se puede hacer en casa o comprar envasado; en ambos casos, debe ser amasado y estirado, antes de utilizar como coberturas de pasteles o para realizar modelados. Si tiene la precaución de comprar una buena marca, el rendimiento será significativamente superior al preparado casero, su conservación es mayor y más sencilla (bien conservado un fondant comprado puede durar hasta un año después de abierto) y el color blanco es más puro.

Este último punto no debe ser subestimado ya que a menudo las pastas caseras no son de un blanco puro o tienden un poco al color crema, por lo que si este tiene intención de crear una torta con un blanco iridiscente, el color es un limitante. El error generalmente está en el recetas que a menudo incluyen el uso de miel y que es precisamente lo que causa un tinte de pasta no deseado.

Ya se trate de una pasta hecha en casa de comprada, no hay que olvidar que la temperatura ambiente influye mucho en su textura y su maleabilidad. En este sentido vale la pena destacar que el fondant se guarda en la despensa y no en la nevera ya que en verano podría ponerse pegajosa y en invierno dura y muy difícil de manipular. De cualquier manera es bueno insistir y "masajear" para que vuelva a sua consistencia óptima (en el primer caso, se puede añadir un poco de azúcar glas, y en el segundo, para acortar el tiempo, pasar un par de segundos por el microondas.)

Si la pasta es casera, su duración es definitivamente corta (máximo unos días), pero si se embala al vacío o se sella con papel de film transparente y luego se coloca en bolsas selladas, puede durar uno o dos meses.

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