Salud e historia
En primer lugar hay que dejar claro que comer pasta no engorda: la pasta en sí no es muy calórica, pero es una excelente fuente de hidratos de carbono. Las calorías provienen de los condimentos elegidos: si se opta por una salsa hecha con tomates y albahaca fresca, no hay peligro de atentar contra la silueta. Tampoco es cierto que aquellos que siguen una dieta, para no renunciar a la pasta, deban elegir una libre de gluten. Esta pasta es adecuada para aquellos que sufren de la enfermedad celíaca, pero no garantiza un menor consumo de calorías.
Otra curiosidad sobre la pasta tiene sus raíces en tiempos muy antiguos, cuando se creía que había sido inventada por los chinos. De hecho, el célebre formato de los spaghetti fue inventado por los sicilianos en el siglo XII. Y precisamente la gente de Palermo (Sicilia), llamaban a los espaguetis con el nombre de itriyya.
Otras curiosidades
No todos saben que la pasta cocida al dente es más fácil de digerir, esto es debido a que el almidón no se dispersa en el agua hirviendo de la olla. Además, la pasta cocida al dente necesita ser masticada más tiempo y se sabe que la primera etapa de la digestión ya comienza en la boca.
En muchas cajas de pasta, incluso de diferentes fabricantes, hoy nos encontramos con la indicación que la masa se estiró a través de bronce. Pero, ¿qué significa realmente? Esto significa que las matrices utilizadas para la masa son de bronce tanto por fuera como por dentro. Este tipo de pasta es particularmente adecuada para las preparaciones a base de salsa o estofados, ya que las absorbe muy bien.
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