Ajo negro: muchas razones para utilizarlo en la cocina

El ajo no es precisamente conocido por su agradable olor y no beneficia a quienes ya sufren de halitosis. Pero el ajo negro es inodoro, tiene un sabor dulce y un regusto a regaliz. Nada que ver con el bulbo fresco.

¿Cuáles son las propiedades del ajo negro?

Cuando el bulbo de ajo se somete a proceso de fermentación, toma el color negro clásico y se enriquece con antioxidantes, sin embargo, tiene escasez de alicina, que es el ingrediente activo de este alimento. La alicina reduce la presión arterial, el colesterol, y su falta de concentración, probablemente, hace ineficaz incluso casi toda la acción antibacteriana, por lo que para aquellos que buscan este beneficio particular, es necesario seguir consumiendo ajo fresco.

Pero el aumento de los antioxidantes -aproximadamente el doble respecto del fresco-, hace que el ajo negro sea un buen aliado contra los radicales libres, combatiendo así diversas enfermedades degenerativas y el envejecimiento de las células.

El ajo negro es actualmente considerado un súper alimento, capaz de garantizar un cierto bienestar al organismo. Incluso en Japón se ha llevado a cabo un estudio, que fue publicado en el Medicinal and Aromátic Plants Science and Tecnology Journal, que pone de manifiestp su capacidad para reducir el tamaño de tumores, al menos en lo que respecta a las pruebas realizadas en animales.

La presencia del compuesto sulfuroso conocido como SAC inhibe la síntesis de colesterol reduciendo el malo y evitando así varios problemas de salud. Además, parece que también existe una correlación entre el consumo de este producto y la reducción de los síntomas de la psoriasis.

Consumiendo ajo negro se asimilan buenas cantidades de calcio, fósforo y proteínas. Reduce la fatiga después del entrenamiento físico y ayuda a curar enfermedades estacionales como los resfriados, más rápidamente.

Se puede concluir, que ambos tipos de ajo son muy beneficiosos y en un sentido se complementan. Ambos se pueden comer crudos o cocidos y se utilizan para dar sabor a otros alimentos.

¿Cuál es el proceso para hacer el ajo negro?

El bulbo de ajo fresco se deja fermentar en un lugar húmedo durante al menos 30 días. No se utilizan aditivos o conservantes. Luego, dentro de un cuarto especialmente diseñado se deja oxidar durante 45 días, el proceso lleva a que el ajo se vuelva negro y suave, con un sabor similar al del vinagre balsámico. Es mucho más delicado, no deja mal aliento y también ofrece muchas propiedades beneficiosas!

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