Cómo se cocinan los brotes (II)

Los brotes han sido descubiertos recientemente por los occidentales debido a su gran riqueza nutricional: muy fáciles de preparar, baratos, con sabores variados y sabrosos, los brotes son una verdadera mina de principios nutricionales que constituyen un factor de prevención y defensa de procesos vitales del organismo. Entre ellos los brotes de cilantro, de acelga roja y de guisantes verdes.


Brotes de cilantro: una mina de proteínas y carbohidratos

A diferencia de las verduras y las frutas, estos brotes tienen cientos de enzimas que favorecen la absorción de vitaminas, minerales, aminoácidos y grasas esenciales. Solo una porción de ellos proporciona una ingesta de proteínas y carbohidratos igual a la mitad del requerimiento diario. La gran cantidad de clorofila que brindan contribuye a crear un ambiente hostil para las bacterias (no por casualidad que la medicina tradicional china utilice el cilantro como un remedio antiinflamatorio y contra la gripe). Son muy recomendables para aliviar el daño causado por gastritis o úlceras.

¿Cómo se comen? La cultura mexicana viene en nuestra ayuda porque los ha utilizado durante siglos: las croquetas de garbanzos son un ejemplo. Su sabor es delicado pero muy aromático y crujiente, perfecto con pescado, curry y, de paso, comida mexicana.


Brotes de acelga roja: anemia KO

Quizás los abuelos lo recuerden: después de la Segunda Guerra Mundial muchos nutricionistas los aconsejaban para sustituir la carne y los productos lácteos (que escaseaban).

Tienen un alto contenido de vitaminas, minerales y proteínas, perfectos para combatir la anemia y aliviar la congestión. Antes de consumirlos, enjuagarlos muy bien: los blancos (cultivados en la oscuridad) tendrán un sabor más delicado que los verdes, más ricos en clorofila.

¿Cómo comerlos? Funcionan muy bien como acompañamiento del pescados, tal vez ahumados o con un toque de curry; también con una crema de calabacín o para acompañar un risotto.


Brotes de guisante verde: para una salud superior

Según los médicos y científicos, la ingesta regular de este tipo de brote podría ayudar a mejorar la salud (y prevenir enfermedades como la gripe). ¿Cómo es posible? Por las cualidades vitamínicas y minerales que contiene. El complejo vitamínico es de hecho muy amplio: incluso mejora el metabolismo y las defensas inmunitarias.

¿Cómo se comen? Es muy importante recordar que todos los brotes de leguminosas (guisantes, lentejas judías verdes) deben ser escaldadas antes de ser consumidas, porque en crudo son dañinas debido a la presencia de fitina, un elemento perjudicial para el sistema digestivo humano. Se pueden agregar a ensaladas mixtas y combinar con sopas cremas, sopas de verduras y legumbres. Su sabor dulzón los hace deliciosos incluso en jugos centrifugados, por ejemplo de zanahorias, manzanas y apio.

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