Frituras secas y crocantes

La fritura es una de las cocciones más simples, sin embargo, el éxito no siempre es perfecto.

Una buena fritura se obtiene prestando especial atención a los ingredientes básicos, principalmente porque los alimentos son uno de los platillos favoritos de niños y jóvenes y por lo tanto es bueno adoptar determinados criterios esenciales que permitan su consumo, pero cuidando la salud.

En primer lugar, se puede decir que la mejor fritura se obtiene realizándola en una olla o sartén; las freidoras están contraindicadas porque no pueden dar el mismo dorado a los alimentos. Además, la cantidad de aceite que se utiliza para llenar una freidora es notable, tanto como para inducir a la reutilización del aceite varias veces, mientras que el aceite utilizado para freír se lo debería utilizar como mucho 2 veces.

Los más adecuados para freír son los de (maíz, girasol o maní) o el de oliva virgen extra. Los primeros con capa ces de soportar una temperatura de unos 220 ° y permitiendo freír alimentos pequeños que requieren mucho calor para dorarse por cocción rápida sin absorber el exceso de aceite.

El aceite de oliva virgen extra, por su parte, puede soportar una temperatura de a lo sumo 180 ° y es particularmente adecuado para freír alimentos de tamaños más grandes, ya que el calor actúa llegando al interior de las piezas de cocina lo que da un dorado quebradizo y seco.

No se recomienda reutilizar un aceite que ha pasado el punto de humo, ya que pondría en peligro la salud.

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