La leche en tratamientos de belleza

La leche es uno de los alimentos más completos, posee muchos nutrientes fundamentales para mantener una buena salud, huesos fuertes, es ideal como ingrediente en la cocina y repostería, y hasta puede emplearse como parte de un efectivo tratamiento de belleza.

Cuenta la historia que Cleopatra era una aficionada a tener baños de leche, donde se pasaba sumergida largas horas.

Es por eso que en la actualidad, se sigue empleando en la cosmética y resulta muy económico gozar de sus muchos beneficios. Puede utilizarse sola o mezclada con otros ingredientes naturales para crear el mejor de los tratamientos.

Al contener ácido láctico es ideal para emplearse como exfoliante y mezclada con un poco de agua, funciona de maravilla en pieles sensibles o en afectadas por psoriasis o eczema. Esta sustancia de la leche actúa eficazmente sin irritar. Sus grasas son tan naturales que cumplen una función hidratante, equilibrando además el pH de la piel.

Las pieles grasas pueden controlarse con la leche, solo hay que formar una pasta con harina y un poco de tibia y colocarla en las zonas del rostro más afectadas. La cantidad depende de la persona pero si deben conseguir una crema espesa que se seque en la piel rápidamente luego de ser aplicada.

Quienes gustan mucho de aplicarse naturales, que mejor que preparar una a base de leche. Las pieles secas pueden verse radiantes y rejuvenecidas con una mascarilla elaborada con una cucharada de miel, una de jugo de limón y una de leche. Cuando todo está listo se aplica en el rostro y se deja actuar unos minutos antes de enjuagar con abundante agua.

Otra excelente alternativa puede prepararse licuando seis fresas con una taza de agua fría, una cucharadita de glicerina y otra de leche, sobre todo para mantener la piel del rostro hidratada en los meses de invierno.

Para usarla como desmaquillante, se puede colocar un poco de leche en un recipiente y frotarla sobre la piel con un trozo de algodón. Es ideal para quitar el maquillaje y otras impurezas.

Y para disminuir y atenuar las arrugas solo hay que conservar la nata que se forma cuando la leche hierve. Esta se mezcla con miel y agua de rosas y listo. Se coloca sobre las arugas y líneas de expresión para que actúe por unos quince minutos y luego se enjuaga.

Las manos también se benefician si se utiliza un chorro de leche mezclada con agua fría y un puñado de almendras. Se revuelven los ingredientes y después se cuela. Se coloca sobre las manos y si se quiere, puede utilizarse en otras partes del cuerpo.

Puede ser excelente para emplearse en el cabello, ya que es un buen acondicionador y súper hidratante. Para utilizarla en el cabello solo hay que colocar leche fría en una botella con rociador, aplicarla por todo el , dejarla actuar por unos 20 minutos y después enjuagar con agua fría.

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