Mocktail, finalmente una alegría para los abstemios

Probablemente la vida de Barnard Gumble habría tomado un giro diferente si hubiera conocido los mocktail. O tal vez no, el querido y viejo Barney de los Simpson, como todos los amantes del alcohol, simplemente habría ignorado la nueva tendencia "abstemia" de la mixología. Ni batidos ni milkshake: el mocktail es un cóctel sin alcohol que, desde los Estados Unidos, se está extendiendo también en Europa.


Una tendencia que viene de Nueva York

Ya en un artículo publicado en The New York Times en 2008, se hablaba sobre el fenómeno del cóctel sin alcohol, que comenzó en Brooklyn y Manhattan, donde, escribe la periodista Melissa Clark, "la obsesión de los bartender por hacer cócteles mejores y más creativos ha beneficiado, incluso sus hermanas sobrias". En el artículo se enfatiza que, aunque es fácil crear un drink refrescante con fruta de temporada, es difícil, sin alcohol, hacerlo complejo, equilibrado y profundo. Pero el primer artículo sobre cócteles sin alcohol en el archivo del New York Times se remonta a 1984 y se refiere a un taller realizado por 400 barman de Connecticut que, para evitar que sus clientes consucieran en estado de ebriedad, decidieron promover los cócteles sin alcohol.


¿Qué son entonces los mocktail?

Para entender qué es, es suficiente detenerse en la etimología del nombre, formado por las sílabas "mock" ("fingido, falso", pero también "parodiar" como un verbo) y cocktail, cuyo significado en los diccionarios se refiere a una mezcla de líquidos con componentes de alcohol. Aparentemente, una contradicción, en realidad una alternativa no alcohólica a los cócteles, con el que comparten la parte creativa y todos los adornos de la mixología, incluidos los instrumentos, diseñados para los abstemios y para los fanáticos de las bebidas saludables. Pero no imagines jugos de frutas banales o batidos con bebidas gaseosas, el mocktail es algo completamente diferente y creativo.


Bebidas super cool, refrescantes y detox

En el libro "Mocktail: cócteles sin alcohol con sabor y estilo", la autora Caroline Hwang identifica ochenta recetas, indicando en la introducción una lista de ingredientes base esenciales para la creación de polibebidas frías sin alcohol. Entre ellas: líquido básico (refresco, agua carbonatada, jugo de frutas, varios tipos de leche, bebidas vegetales como arroz o crema de coco), edulcorantes (jarabe de arce, miel, azúcar granulada, azúcar entera, melaza, jarabe de granada), frutas y verduras (frescas y secas), hierbas aromáticas y flores comestibles; frutas cítricas, jugos, cáscaras o pieles; especias y flores secas; té y café, hielo à gogo.

El libro pasa revista a cócteles clásicos, como Mojito, Moscow Mule, Piña Colada, Bellini, en los que la parte alcohólica es reemplazada por la bebida carbonatada; y a experimentos más atrevidos que proponen superalimentos y fermentados, como el Blody Kimchi o el Chai a la manzana, jengibre y cúrcuma.

Y si se piensa que solo aquellos que están atentos a la línea están consumiendo cócteles sin alcohol, es un error: los cócteles no alcohólicos y saludables son geniales incluso en ambientes agradables e inconformistas, como los de la música.

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