La huerta en el balcón (Parte II)

Albahaca: es una especie anual que necesita mucha agua y no tolera las heladas. Entre las más conocidas se encuentran la verde y la morada, pero hay otras variedades como limón, canela, mamut, mediterránea y griega.
Se cosecha en primavera y verano. Cuando florece, conviene cortarle las flores para que las hojas no pierdan su sabor tan particular. Protegida en un balcón o en el interior de la casa (al aire libre vive menos) se puede recoger hasta finales del invierno. Para que las plantas sean frondosas, lo ideal es cortar cada tanto los brotes superiores.
Para sembrarla, se pueden usar recipientes o macetitas que contengan alrededor de 6 a 10 cm de sustrato poroso como perlita y turba por partes iguales. Una vez alisado y regado el sustrato se esparcen las semillas y se cubren con una capa fina de la misma mezcla, luego se riega y se le coloca alguna identificación con fecha y especie sembrada. Una vez que el plantín creció unos 5 a 6 cm, se pasa a una maceta más grande y, los más afortunados, a la tierra, siempre después de las heladas.

Menta
: se trata de una planta aromática rastrera que se desarrolla rápido. Es perenne y en verano da unas flores pequeñas color malva muy decorativas. Se siembra en primavera y las hojas se recogen antes de la floración. Es una de las más invasoras, por lo que conviene ponerla sola en la maceta. El suelo debe ser húmedo, y es una de las pocas aromáticas que crece bien a la sombra. Si en el verano las hojas están algo mustias, no dudar en recortarlas.

Orégano: ésta es una especie resistente de hojas ovaladas y flores color rosa que se siembra en primavera en un suelo rico y con buen drenaje. Sin miedo, conviene ubicarlo a pleno rayo de sol. Las hojas se cosechan para usarlas frescas o secas a principios de la floración. Luego, conviene podarla para renovar su follaje.

Perejil: las dos variedades más conocidas son el perejil común y el crespo, que crecen de semillas sembradas desde la primavera hasta que termina el verano, para poder cortarlo a comienzos del otoño. De esta manera saldrán brotes nuevos (hay que animarse, pero lo mejor es cortar dos tercios de las matas en otoño). Se cultiva en suelo fértil y bien drenado. El perejil necesita una temperatura ambiente de entre 15 y 18 grados.

Ciboulette: con suelo húmedo y buen abono, se mantiene bien, especialmente si está reparada. Es una aromática perenne de flores muy vistosas rosas o violetas que tiene bulbos pequeños subterráneos que se van multiplicando año tras año (por eso es que las hojas deben cortarse con tijera, para no arrancar los bulbos).
Existe una especie más alta que la común y de flores blancas, con sabor más fuerte que se la utiliza en reemplazo del ajo. Es perenne y resistente. Sus hojas huecas se consumen frescas.

Cilantro: es una planta anual que se siembra en otoño o temprano en primavera. Es una aromática  de sabor y aspecto similares al perejil que hacia el final de su ciclo da unas semillas que, si se dejan secar, también pueden utilizarse (es el conocido coriandro). Su siembra se realiza por asiento, es decir que las semillas se ubican en el lugar definitivo, siempre soleado y con buen drenaje. Se le deben practicar cortes permanentemente para que no florezca.

Tomillo: la germinación de sus semillas (en primavera) es muy lenta, de modo que a los impacientes se aconseja comprar plantines. Es una especie rastrera, perenne y con flores de diferentes colores: pueden ser blancas, rosas o lilas. Su suelo debe ser calcáreo, arenoso, con buen drenaje. Lo ideal es podar con frecuencia durante e! verano para que crezca más y con fuerza. Necesita sol pleno.

Eneldo: es un pariente del hinojo, una especia anual que crece a fines del otoño y durante el invierno. También en otoño se realiza la siembra, y debe quedar en el lugar donde se colocaron las semillas, ya que no tolera un trasplante.

Estragón: suelo bien drenado y rico en materia orgánica, y un rincón resguardado con sol, son las claves para la buena vida de esta aromática perenne, semirresistente y rastrera. Las variedades más conocidas son el estragón ruso y el francés.

Melissa: un placer tenerla en casa, ya que su follaje es bien aromático. Es perenne, rastrera y muy invasora, por eso conviene tenerla en su propia maceta. Se puede reproducir por siembra a comienzos de la primavera, y por gajos en otoño o primavera.
 
Romero: es una aromática arbustiva que conviene que se propague mediante gajos durante el otoño.

Salvia: no es la más indicada para el invierno, ya que no soporta el frío húmedo. Es perenne y sus hojas son grises y filosas. Si se quiere sembrar salvia por semillas o plantines, habrá que esperar hasta la primavera y, por gajos, hasta el verano. Quienes ya la tengan en su mini huerta, deben procurar podarla durante el año para que se mantenga compacta. Su suelo ligero debe tener buen drenaje y el rincón, muy soleado. En verano, es importante limpiar las plantas, cortándolas un poco de vez en cuando.

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