Tarta de naranja, vitamina C en forma de postre

La naranja es una de las principales frutas del invierno: madura a fin del otoño y está disponible hasta la primavera y, con su carga de vitaminas y antioxidantes, es una panacea para el organismo, que las temperaturas más frías ponen a prueba en este período del año. Cualquiera sea la forma en que se ingiera, ofrece ayuda concreta para fortalecer el sistema inmunológico y, por lo tanto, evitar el riesgo de enfermarse con fiebre y resfríados. Si son excelentes para comer como fruta al final de una comida o en una ensalada, incluso recién exprimidas para el desayuno, ¿por qué no usar las naranjas para preparar una tarta para consumir en cualquier momento del día?


Propiedades de las naranjas

Ya sean rojas o rubias, las naranjas son realmente una de las frutas más ricas en antioxidantes, que ayudan a combatir el envejecimiento celular, pero también fortalecen el sistema inmunológico y nos hacen menos vulnerables a muchas enfermedades.

Dos naranjas al día proporcionan la cantidad correcta de vitamina C necesaria, mientras que si se las consume crudas, en ensalada junto con otras verduras, también tienen propiedades drenantes.

La piel blanca que se encuentra bajo la cáscara, incluso si tiene un ligero regusto amargo, ayuda al intestino a absorber el azúcar y la grasa, mientras que el ácido cítrico es rico y estabiliza el pH y mejora la capacidad digestiva dando una mano también al metabolismo.

En conclusión, la excusa perfecta para ponerlas en nuestros postres como, por ejemplo, esta Tarta de naranja.

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