Tarta Tatin, el histórico pastel invertido francés

Pueblos, castillos, jardines neoclásicos: el valle del Loire encanta por la fascinación de sus lugares sin tiempo. Una región rica en historia, un símbolo de dinastías, reyes y reinas que vivíeron entre luchas por la religión y el poder. Es aquí, y precisamente en el castillo de Blois, que Juana de Arco recibió el bautismo por el arzobispo de Reims. El castillo de Cheverny sin embargo, es el emblema del reino francés y todavía está habitado por su propietario.

Sin embargo, el valle del Loira es también el lugar de nacimiento de uno de los más famosos postres de la gastronomía francesa. La Tarta Tatin es el pastel "clásico" hecho con las manzanas caramelizadas y pasta brise.

Un error convertido en tradición de la repostería

El nombre proviene de la señora que lo inventó: Stephanie Tatin, que junto con su hermana Caroline, dirigian el hotel Tatin en el pueblo de Lamotte-Beuvron en Sologne. En 1880, mientras estaban preparando tarta de manzana para los huéspedes del hotel, sucedió un pequeño accidente en la cocina. Stefanie, probablemente a causa del apuro, llevó al horno el pastel sin masa.

Básicamente, en la bandeja de horno estaban solamente las manzanas, el azúcar y la mantequilla. Cuando se dio cuenta del error, agregó la masa en el horno - y sobre las manzanas - sólo en un momento posterior. Cuando la cocción había terminado, dió vuelta el pastel para que tomara la apariencia de la tarta de manzana clásica. Así nació la tarta Tatin, un éxito inmediato. A partir de ese momento el pastel apareció en el menú del hotel y también parece que se incluyó en la Guía Michelin del 1900.

Maurice Edmond Sailland, el famoso gourmet Curnonsky, difundió la receta publicacándola en 1926 en La France gastronomique. Incluso hoy en día el hotel Tatin hornea su torta símbolo, que se ha convertido en una tradición y cuya receta original es celosamente guardada por la Hermandad de Lichonneux de tartas tatin Lamotte-Beuvron, fundada en 1979.

La torta se sirvió por primera vez en París en el restaurante Maxim. Como todo plato "histórico", se extendió por el país con distintas variaciones. No es infrecuente probarla acompañada de crema batida o helado de vainilla. Los "cambios" no son especialmente agradables a la Hermandad de Lichonneaux. La asociación prepara la tarta tatin estrictamente de acuerdo con la receta original, respetando la tradición y, por lo tanto se suprimen todo tipo de acompañamientos.

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