Tomate, 5 sugerencias para aumentar sus beneficios

El tomate es uno de los alimentos emblemáticos de la dieta mediterránea. Consumido cocido o crudo, puede considerarse un verdadero complemento natural. Gracias a la pulpa rica en vitaminas y antioxidantes y la piel que contiene fibra, es un alimento que contribuye a la salud de todo el organismo. Para sacarle el máximo partido a este alimento en la cocina, sin embargo, es bueno incluirlo en menús saludables y equilibrados y combinarlo correctamente con otros alimentos. Combinado en la misma comida, por ejemplo, con productos lácteos como mozzarella o ricotta, podría reducir su digestibilidad porque los productos lácteos podrían actuar como un sistema amortiguador de los ácidos gástricos. Por otro lado, la gran cantidad de oxalatos que contiene el tomate podría interferir con la absorción de calcio de los productos lácteos. Si se sufre de insomnio y dificultad para descansar bien conviene, en cambio, evitar consumirlo con quesos curados, especialmente en la cena. Tanto los tomates como los quesos contienen tiramina, un aminoácido esencial que puede dificultar el descanso, explican los expertos, que aquí sugieren 5 cosas que hacer en la cocina para aumentar los beneficios del tomate.


Comerlo con toda la piel

A menos que se tengan problemas digestivos, conviene comerlo con toda la piel. La piel del tomate es la parte más rica en antioxidantes. Aporta altas cantidades de betacaroteno, un precursor de la vitamina A, que es valiosa contra la agresión de los radicales libres, las principales causas del envejecimiento prematuro.


Cortarlo justo antes de comerlo crudo

Los tomates son ricos en vitamina C, un excelente aliado para la salud esquelética. Promueve la producción de colágeno, una proteína que mantiene los músculos tonificados y los huesos fuertes. Para conservarla mejor, cortar el tomate justo antes de agregarlo a la ensalada. La vitamina C tiende a dispersarse fácilmente en contacto con el aire.


Cocinarlo por períodos cortos

El tomate aporta vitamina B6, que es útil para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Esta vitamina es sensible al calor. Entonces, para no arriesgarnos a reducir sus beneficios, es necesario limitar al mínimo los tiempos de cocción de este alimento, por ejemplo, saltándolo unos minutos en una sartén con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.


Combinarlo con pescado

El tomate es una buena fuente de antioxidantes, moléculas capaces de bloquear la acción nociva de los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro. Entre ellos, se destaca la vitamina E, que asegura una piel suave y flexible y también es buena para la circulación. Para absorberlo mejor, lo ideal es combinar tomates en una misma comida con alimentos que contengan ácidos grasos esenciales como aceitunas, pescado, frutos secos y algunas variedades de verduras.


Consumirlo cocido con aceite de oliva

El tomate es una excelente fuente de carotenoides, en particular de licopeno, que tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Para potenciar sus efectos beneficiosos, consumirlo ligeramente cocido con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. La cocción en grasa aumenta su concentración y lo hace más absorbible por el organismo.

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