¿Y después de las fiestas? Atención al balance y… a la balanza

Si ya normalmente se come mucho más de lo necesario, y se practica menos ejercicio del recomendado, la tendencia a  subir de peso, se acentúa durante este período.  La cantidad de alimentos ingeridos se vuelve desproporcionada, y, probablemente el ejercicio desaparece.

Esto implica que el balance calórico entre lo ingerido y lo gastado tiende a desbalancearse y la consecuencia inevitable es la acumulación de grasa y el aumento de peso.

¿Cómo tratar de ponerse al día después de las fiestas?

Es importante evitar una mayor carga para nuestro sistema digestivo comenzando lo antes posible, una dieta que incluya comidas ligeras y fáciles de digerir.

Es importante reducir al mínimo los condimentos, prefiriendo preparaciones simples, evitando las bebidas azucaradas o alcohólicas, incorporando 5 porciones diarias de frutas y verduras.

Para recuperar la forma también son recomendable 30 a 60 minutos diarios de actividad física (caminatas, bicicletas fijas, caminadoras, actividades aeróbicas, etc.) y en general moverse un poco más cada día.

¿Cómo conciliar esto con los dulces que nos quedan en casa?

Los alimentos como el turrón, frutos secos, pan dulce y otras confituras y se puede mantener durante varias semanas, por lo que no es necesario acabar con ellos inmediatamente.

Una buena idea tratar de que remplacen a otros alimentos, y no en la sumarlos a ellos. Por ejemplo, un trozo de turrón de 30 gr. puede remplazar a 50 g de pan. Las nueces y el maní son mucho más calóricos que por ejemplo la piña o las mandarina, por lo que con 3 o 4 de ellos se remplazan las calorías de  2 mandarinas o dos rodajas de piña.

Una rebanada 100 gr. de “Panettone” u otro budín navideño, puede sustituir a un primer plato ligero o, para los más jóvenes, podría acompañar la leche o yogur en el desayuno o una taza de té caliente en la merienda.

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