Cistitis, la dieta que ayuda a prevenirla y tratarla

La cistitis es una inflamación de la vejiga que causa molestos trastornos. Los síntomas son varios, pero el más obvio es la necesidad continua de orinar asociada con ardor al hacerlo. Las mujeres que la padecen más, lo saben muy bien.

Causantes de la cistitis son los agentes patógenos, pero incluso un estilo de vida inadecuado puede ser debilitante. La falta de higiene íntima, la ropa demasiado ajustada, la ropa interior sintética y el abuso de alimentos irritantes (como el café) son factores potenciales desencadenantes.

La nutrición también juega un papel fundamental en su tratamiento y prevención: además de antibióticos y algunos remedios naturales, es bueno mantener la dieta bajo control.


Cistitis, comidas para evitarla

Si para algunas personas la inflamación de la vejiga es un evento raro, para otras es una cita recurrente, que también ocurre varias veces en un año. Esto no significa que siempre se tenga que seguir una dieta: solo se debe prestar más atención a lo que se debe comer y lo que no, especialmente durante períodos de mayor estrés o durante los cambios estacionales, cuando el sistema inmunitario está más débil.

En estos casos, es mejor evitar los alimentos que pueden irritar un órgano ya altamente inflamable. Aunque existe una subjetividad en cada pacientes, en general, en la categoría de alimentos riesgosos están aquellos ricos en grasas saturadas o fritos, café, bebidas gaseosas, bebidas alcohólicas, el chile, chocolate, especias, vinagre, quesos añejos y salchichas. Incluso los postres deben ser excluidos de la dieta. Un capítulo aparte es el de los cítricos: ya que, de hecho, a veces pueden aumentar la acidez de la orina y así determinar una cistitis "química". En el caso de la cistitis causada por Escherichia Coli, sin embargo, resultan útiles porque es un germen que no crece en la orina ácida.


Mucha agua y muchos líquidos

Una vez que se establece la infección, para facilitar la curación, es mejor no abusar con la comida. Lo primero que se debe hacer es facilitar el vaciado de la vejiga. Se deben beber al menos dos litros de agua al día, a temperatura ambiente y natural.

No deberán faltar frutas y verduras frescas, ricas en líquidos, mejor crudas que cocidas, como pepino, lechuga, acelga, rábano, apio y zanahorias. También el ajo y la cebolla están indicados por su función antibacteriana.

Por otro lado, se debe reducir el consumo de sal y alimentos que contienen grandes cantidades, como alimentos enlatados o en salmuera, nueces, extractos de carne y salsas de soja (esto es porque favorecen la retención de agua).


Qué comer en caso de inflamación

La dieta debe ser baja en azúcares simples, que facilitan el crecimiento bacteriano, y no debe incluir todos los alimentos irritantes enumerados anteriormente.

Un órgano crucial, incluso si aparentemente es extraño a la inflamación de la vejiga, es el intestino. Para tratar e incluso prevenir la cistitis, éste debe funcionar de manera regular por lo que se deben preferir alimentos ricos en fibra. El pan, la pasta, el arroz y otros cereales están permitidos en la dieta, siempre que sean integrales.
Desde este punto de vista, los alimentos que contienen probióticos naturales también son muy útiles, como el yogur, el chucrut, el kéfir y el miso. El consumo de proteínas puede garantizarse con quesos frescos, pescado y carne, pero debe ser blanca, magra y en poca cantidad.

Finalmente, para que la dieta sea efectiva, también se debe introducir algo que reduzca las posibilidades de que las bacterias se adhieran a la mucosa de la vejiga: esta función la realizan perfectamente los arándanos y las grosellas.

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