Canela
Llena el radiador humidificador con agua, añade un par de ramitas de canela y, si quieres, la piel de una naranja. Cuando enciendas el calentador y el agua se caliente, la habitación quedará envuelta en un aroma magnífico. O haz un popurrí con canela y clavo y coloca el platillo sobre el radiador. Y prueba esto también: vierte un poco de canela en polvo en el piso y las alfombras, espere unos minutos y luego aspira.
Clavo y anís estrellado
Hierve una generosa dosis en un cazo lleno de agua, deja enfriar, filtra y vierte el líquido en un atomizador. Vaporiza en el medio ambiente.
Orégano y romero
Pica las ramitas secas, pon la mezcla en un frasco de vidrio sin tapa y luego colócalo en el baño. Si tienes una chimenea, agrega una mezcla de estas especias a la leña ardiente.Nuez moscada
Corta una nuez moscada por la mitad y colócala en un frasco (no grande) con unas hojas de laurel y unas agujas de pino. Llena el frasco hasta la mitad con agua y hasta la mitad con alcohol y colócalo en un estante o donde creas más apropiado.
Cardamomo
Si la cocina huele demasiado a comida, simplemente hierve algunas semillas de cardamomo trituradas y tal vez incluso una rama de canela y un par de hojas de laurel. Apaga el fuego cuando el líquido empiece a reducirse y nada más: el vapor cumplirá su función. Puedes reutilizar esta "poción mágica" durante unos días, pero guárdala en el frigorífico cuando no la necesites.
Pimienta negra
Llena una bolsita con pimienta negra, canela y anís estrellado y colócala en el zapatero o en un cajón.
Bayas de enebro
¿Amas la comida frita pero no soportas ese olor persistente? Mientras luchas con la sartén, deja que hiervan bayas de enebro, preferiblemente acompañadas de clavo: aniquilarán el olor a fritura.
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