Dieta, aliada de la memoria y la concentración

Existe un fuerte vínculo entre la dieta y la capacidad de concentración y la memoria. Hay ocasiones en las que las capacidades cognitivas se debilitan hasta el punto de no poder recordar con exactitud citas, nombres de personas o acciones realizadas recientemente.

Al atravesar estos periodos cruciales, una correcta alimentación puede ayudarnos a fortalecer el rendimiento cognitivo necesario para llevar a cabo el trabajo o cumplir los compromisos de estudio. Hay numerosos factores que hacen que se debiliten. El estrés y un estilo de vida descontrolado son los principales enemigos.


Hábitos alimentarios aliados a la memoria

En primer lugar, para estimular la memoria es necesario seguir una dieta regular en la que se respeten las comidas diarias. Un buen hábito es nunca saltarse el desayuno. Esta última es considerada por los nutricionistas como la comida más importante del día. Es capaz de darnos la energía adecuada para afrontar mejor el día y todos los compromisos relacionados con él.

Además, también debemos evitar pasar demasiadas horas en ayunas entre comidas. Lo ideal sería darse un capricho a media mañana y a media tarde, para no cansar la actividad cerebral que necesita un flujo continuo de glucosa útil para el rendimiento cognitivo.

Se deben limitar los alimentos envasados ​​ricos en aspartamo, un azúcar artificial que se utiliza para endulzar algunos alimentos como sustituto del azúcar y que provoca problemas cognitivos sobre todo en el ámbito emocional. Además, debemos moderar el consumo de alcohol, bebidas azucaradas y carbonatadas y zumos de frutas que aportan altas cantidades de azúcar al cerebro que pueden perjudicar la actividad cerebral.


Alimentos que no deben faltar

Una dieta capaz de mantener entrenada la memoria y la concentración debe ser rica en omega-3 y antioxidantes capaces de frenar el envejecimiento cerebral, uno de los enemigos del rendimiento cognitivo de nuestro cerebro. Estos nutrientes son capaces de prevenir la formación de radicales libres y estimular la actividad neuronal por más tiempo.


¿Cuáles son los principales alimentos a incluir en una dieta capaz de fortalecer la memoria y la concentración?

Salmón: pescado rico en ácidos grasos omega-3 que ayudan a mantener la mente activa estimulando todo el sistema nervioso central. Nunca debe faltar en períodos de intenso estudio o fatiga psicofísica.

Frutos secos: en particular, las nueces y las almendras son ricas en valiosas sales minerales como el magnesio y el potasio, capaces de dar energía y sentirse menos cansado. También contienen vitamina E, un aliado en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como la demencia senil y el alzhéimer. Son un saludable rompe-hambre para consumir a media mañana o a media tarde.

Aceite de oliva virgen extra: utilizado crudo en ensaladas, en los primeros y segundos platos es rico en polifenoles que contrarrestan el envejecimiento cerebral fortaleciendo la actividad de las neuronas.

Chocolate negro: el cacao que contiene es rico en antioxidantes que aumentan el suministro de sangre al cerebro. Contiene una sustancia llamada metilxantinas que protege contra el estrés oxidativo.

Tomates: contienen compuestos liposolubles, precursores de la vitamina A, capaces de ejercer una potente acción antiinflamatoria que contrarresta la formación de radicales libres.

Frutos rojos: aportan al organismo vitamina K y vitamina C. Potencian la memoria a corto plazo. Ideal para consumirlos en el desayuno para recargar las pilas.

Aguacate: es una fuente de ácido fólico y grasas monoinsaturadas que permiten hacer más eficientes las funciones cognitivas,

Brócoli: contienen colina, un nutriente que ejerce una poderosa acción preventiva contra las enfermedades neurodegenerativas.

Huevos: alimento rico en vitaminas y minerales. En la yema hay colina que ayuda a liberar serotonina, la hormona del buen humor, valiosa para el bienestar del sistema nervioso.

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