Sin embargo, las frutas que conocemos son en realidad sólo una pequeña parte de todas las variedades que hay en el mundo.
Conozcamos algunas frutas tan inusuales que probablemente ni siquiera has oído hablar de ellas.
Rambután
Viene del sudeste de Asia y literalmente significa "fruto de cabellos", pero a no preocuparse, porque la realidad es que en su extraña piel está encerrada una pulpa blanquecina con un sabor dulce.
El rambután se come fresco, acaramelado, en mermeladas o dulces hechos con arroz, típicos de la cocina asiática.
Physalis
Una baya de color ámbar que se asemeja a una cereza y viene de China, la Physalis se encuentra envuelta en una especie de hoja muy fina, tiene un sabor amargo y por lo general se come fresca o en confituras.
La physalis se utiliza a menudo en los dulces: la baya se sumerge en chocolate negro fundido, se macera en alcohol o se utiliza como un ingrediente para ensaladas.
Jabuticaba
En el extremo sur de Brasil hay un árbol en el que los frutos no crecen en las ramas, sino directamente en el tronco y parecen grandes uvas moradas.
El Jabuticaba se utiliza para zumos de frutas y, a través de la fermentación, para hacer vino o licores.
Durian
Famoso en el sudeste de Asia como el rey de las frutas, y en todo el mundo como el del olor más repugnante, el durian se caracteriza por una carcasa espinosa y una pulpa que, según el naturalista Alfred Russel Wallace, tiene el sabor de una "crema altamente aromatizada con sabor a almendras".
Sin embargo, hay quienes lo adoran y, a pesar de su terrible olor, no puede renunciar a su sabor.
Pepino de cuernos africano
Una fruta originaria del desierto de Kalahari, famoso por haber participado en un episodio de Star Trek, es también conocido como Kiwano y tiene una pulpa verde, gelatinosa de un sabor con reminiscencia de pepino y kiwi y con aroma a plátano.
El Kiwano se utiliza tanto como un snack refrescante o como ingrediente para ensaladas.
Comentarios sobre este artículo (0)