Jengibre: la raíz perfecta para la digestión y aliada de la silueta

Perfecta para una refrescante tisana o como ingrediente de platos con un poco de sabor exótico, esta especia es una verdadera aliada del bienestar en cualquier época del año.

El jengibre fresco tiene una forma muy particular: parece de hecho un tubérculo irregular y retorcido, de color marrón claro y con una pulpa de color amarillo limón; se puede comprar prácticamente en todas partes, es delicioso en la versión confitada y en la cocina, cuando está en polvo, también se usa idealmente como especia.

El jengibre, precisamente por su inconfundible sabor vivo y sus propiedades terapéuticas, es conocido desde los albores de los tiempos: en Oriente se ha utilizado durante siglos por sus virtudes medicinales y en el mundo occidental esta raíz, con su forma abultada, es un apreciado descubrimiento más reciente.


Perfecto para la digestión

El jengibre estimula las enzimas digestivas, favoreciendo el bienestar del sistema digestivo y de los intestinos. Excelente para combatir las náuseas en caso de cinetosis y mareos, se puede consumir fácilmente mientras se viaja masticando trozos de jengibre seco o confitado. Además de volver a poner al estómago en su lugar, será perfecto como un rompe-hambre natural con muy bajas calorías o para aliviar la tos.


Excelente como desintoxicante

El jengibre es perfecto para poner en línea nuestro cuerpo después de los excesos de las vacaciones, porque favorece la depuración. Para drenar el exceso de líquidos y facilitar la eliminación de toxinas, basta con hervir agua a la que se le añadirán unas rodajas de jengibre, una cucharada de miel y zumo de limón fresco. Esta bebida caliente tiene un sabor delicioso, ideal para desinfectar la cavidad bucal y también para aliviar el dolor de garganta.


Amigo de la silueta

No solo tiene propiedades digestivas, el jengibre también puede presumir de la capacidad de hacernos sentir satisfechos y gratificados. Energizante y capaz de activar el metabolismo, combate el hambre nervioso y promueve la sensación de saciedad. También en este caso, se puede elegir entre producto fresco o seco, en forma de polvo, que se utilizará para preparar sabrosas infusiones, excelentes para tomar a sorbos para calentar cuando el frío se vuelve demasiado intenso.


Aliado de la belleza

Al jengibre también se le atribuyen propiedades adelgazantes y anticelulíticas. De hecho, tendría la capacidad de reactivar y mejorar la circulación, mejorando algunos estados de hinchazón localizada y de promover la termogénesis, un proceso metabólico capaz de producir calor ayudando a quemar grasas. El jengibre también se puede utilizar para hacer mascarillas para el cabello: mezclando una cucharada de jengibre fresco rallado con una de aceite de almendras, se aplica sobre el cabello para revitalizar la circulación sanguínea del cuero cabelludo y regular la producción de sebo en caso de caspa y cabello graso.


Cómplice del bienestar

El jengibre tiene propiedades antisépticas y antibacterianas, estimula la regeneración de tejidos y combate la acidez de estómago. En caso de desgarros musculares y dolores reumáticos, el aceite esencial de jengibre es un aliado válido: bastará con preparar una compresa capaz de descongestionar, obtenida hirviendo una gasa en una olla con agua caliente y jengibre fresco.


Protagonista en la cocina

El jengibre sigue siendo una especia muy sabrosa y perfecta para los amantes de las tradiciones navideñas. Por lo tanto, las deliciosas galletas son inevitables, perfectas para colgar en el árbol, para regalo original y sabroso, para usar también como señalador de lugar en la mise en place de las Fiestas.

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