Llega de Oxford a comida que promete combatir el jet lag

Lasañas pastosas, panes mal horneados, albóndigas con misteriosos ingredientes, huevos liofilizados que reviven en desabridos omelettes...

Las comidas de avión a menudo parecen haber salido de una película de terror y no son ideales para lidiar mejor con el viaje que nos espera y que incluso puede superar las diez horas. Pero, ¿qué sería indicado comer mientras se vuela de un lugar a otro del mundo?

Charles Spence, contratado por la compañía low cost británica Monarch, estudió el problema. El profesor de Oxford, psicólogo experimental que se especializa en la percepción de alimentos, creó un menú equilibrado, capaz de reducir la ansiedad, el estrés y la hinchazón que generalmente se sufren durante un viaje aéreo.

"Viajar es uno de esos momentos en que nos sentimos bajo presión y a las corridas, así que comer bien pasa a menudo a un segundo planoo. Me gustó trabajar con Monarch para asegurar que la comida servida en el aire -que también podría ser una potente herramienta psicológica y fisiológica- creara el primer recuerdo "feliz" poniendo a los pasajeros ya en 'modo vacaciones'".


Un menú anti-estrés y natural

Antes de despegar, los pasajeros degustarán un helado negro de Echinacea, elegida por sus propiedades inmunizantes y administrado antes del vuelo mismo para prevenir la tos, resfriados y otras enfermedades contagiosas que pueden contraerse en contacto con otros pasajeros. Curioso y sorprendido por el color oscuro de los helados, los viajeros enfrentarán a la ligera la tensión del despegue, reduciendo la ansiedad.

Después un "mochi" de arroz (un dulce japonés de forma redonda) que con su textura "pegajosa" y maleable recuerda la goma de mascar, uno de los remedios más comunes contra la tensión en vuelo.
El tercer plato diseñado por Spence es una infusión de hierbas de manzanilla, semillas de hinojo y algas, acompañada de una galleta crujiente: ayudará a reducir la hinchazón y facilitar la digestión.

Para rematar, una barrita con avellanas caramelizadas cubiertas con un polvo de setas y tomates, una receta diseñada para despertar los sentidos de los pasajeros que viajan y facilitar gradualmente la preparación para el aterrizaje, después de la relajación de vuelo.

Esperando para probarlo en un vuelo de Monarch, sólo hay que tomar notas: los ingredientes elegidos por el profesor Spence son naturalmente anti-estresantes: para tener en cuenta!

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