Con miles de años de historia y muchas generaciones transcurridas, la comida china guarda muchos secretos de los cuales solo algunos se han modificado.
Los chinos consideran a la comida como algo muy importante debido a sus muchos nutrientes, su color, la energía que aporta al cuerpo y la estación del año. Para los habitantes del país asiático, cada ingrediente es parte de su cultura y herencia acercándolos mucho a la medicina oriental, al arte tradicional y a la política de los ancestros.
Y como dijo alguna vez Lao Zi, “Gobernar una gran nación es como cocinar un pequeño pescado”, lo que significa se necesita la cantidad exacta de ingredientes y especias para un resultado exitoso, los chinos cuentan con especias e ingredientes vitales que no pueden faltar en su cocina.
El jengibre es uno de estos ingredientes, un tubérculo utilizado en China y que se encuentra fresco en cualquier frutería. En la cocina de este país, se suele mezclar con cebolla, cebolla de verdeo y ajo. Solo se emplea la raíz y es muy usado en las carnes, las sopas, los mariscos y estofados.
El llamado polvo de las cinco especias es una especie infaltable, es un picante que contiene anís estrellado, pimienta, canela, hinojos y clavos. Muy utilizado para condimentar las aves y carnes.
Una de las especias propias de China es el anís estrellado, con forma de estrella de ocho puntas y que posee en su parte interna granos y semillas de color marrón claro. Su aroma y sabor son fuertes y penetrantes y puede encontrarse entera o molida.
Entre muchos otros ingredientes destacan también la pimienta de Szechuan, el aceite de sésamo, el glutamato de monosodio y los cabellos de las algas.
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