Mezcle los quesos blancos con pimentón, curry, cebollín, apio, cebollas y nueces picadas. Acompañe con galletitas y rebanadas de distintos tipos de pan.
Ponga un quesito camembert en un plato hondo, cúbralo con vino blanco seco y déjelo reposar durante 12 horas. Ráspele la cáscara y trabaje el queso con 100 gr. de manteca a temperatura ambiente; de a la pasta la forma original el queso y adhiérale almendras o avellanas tostadas y picadas. Lleve a la heladera y retírelo media hora antes de servirlo con tostaditas calientes.
El Gorgonzola es delicioso con rodajas de peras jugosas.
El roquefort mezclado con manteca o crema y nueces, puede rellenar tallos de apio o endibias. También es delicioso en ensaladas.
El Cheddar es el acompañamiento popular de la tarta de manzanas en Inglaterra. Una refinada manera de presentarlo es al coñac. Corte una tapa a una horma de queso Cheddar, póngale 1 o 2 copitas de coñac por encima y déjelo reposar de 10 a 15 días. Al momento de servirlo, cada uno desprende trozos de adentro, con una cuña especial, como si fuera un recipiente.
El gruyere y el emmenthal son riquísimos con ananás o piña: córtelos en cubos y pínchelos en palitos de copetín.
Comentarios sobre este artículo (0)