Parrilla: no solo carne!

Verano, tiempo de fiestas en el jardín, con familiares o amigos. ¿Qué mejor que una buena barbacoa para compartir este momento de alegría y relax? Desde hace algunos años, gracias a la experimentación culinaria y al cambio en los hábitos alimentarios, la carne no siempre es el ingrediente principal de una parrillada. A algunos no les gusta, otros tal vez eligen un enfoque vegetariano o simplemente quieren comer algo diferente.

Pero a no preocuparse: hay muchas maneras de enriquecer la barbacoa con sabores originales y sabrosos, que van desde aperitivos hasta postres. Esta cocina, simple y tradicional, permite reducir el uso de condimentos y mejorar el sabor de los alimentos, preservando sus cualidades nutricionales.

Parrilla vegetariana

El sinónimo de barbacoa es "fiesta de carne"? No siempre es cierto. Quizás los más puristas (inicialmente) fruncirán la nariz, pero la verdad es que, con un poco de imaginación, también los vegetales son excelentes protagonistas de la parrilla. Incluso el tofu y el seitán se pueden preparar a la parrilla y se usan para armar sabrosas brochettes, para acompañar los vegetales.

Para aquellos que quieren mantenerse en lo "tradicional", las verduras que más se prestan a cocinar a la parrilla son las setas, berenjena, pimientos, tomates, achicoria y el calabacín, pero también son excelentes las patatas en rodajas, hinojo y mazorcas de maíz.

Para la cocción de las verduras que tienden a secarse, tales como berenjena, una buena solución es marinarlas previamente, y luego cocinarlas a una temperatura moderada cubiertas con papel de aluminio, a fin de evitar la evaporación excesiva.

Quesos a la parrilla

Carne, vegetales pero no exclusivamente. También los quesos son excelentes ingredientes para la barbacoa. Siempre que se elijan bien las cualidades. No todos son adecuados para esta cocción, por ejemplo, los suaves deben evitarse porque tienden a derretirse por completo con el calor.

El queso, a diferencia de la carne, debe cocinarse a fuego medio y necesita mucha atención. Tan pronto comienza a derretirse, de hecho, se debe dar vuelta con una espátula, y después de un minuto se debe retirar del fuego y colocarse en una placa de servir precalentada.

Los condimentos más adecuadas varían según el tipo de queso, pero en general, sólo un poco de aceite de oliva virgen extra y una pizca de pimienta negra.