Pasta proteica: por qué vale la pena probarla

No solo pasta "clásica": cada vez más se sprecia la pasta proteica, idéntica en apariencia en todos los aspectos, pero profundamente diferente en los ingredientes. Lleva unos años en el mercado y está viviendo un auténtico boom. Es una opción más para variar la dieta comiendo sano, también es una alternativa para los que intentan reducir el consumo de carne (o no la comen en absoluto), también muy buena. Esto es todo lo que hay que saber sobre la pasta proteica, punto por punto.


¿Qué es la Pasta Proteica?

La pasta proteica tiene el aspecto de la tradicional, pero se elabora con una materia prima diferente: normalmente se utilizan legumbres en lugar de harina de trigo duro. ¿Cuáles? Guisantes, habas, lentejas y garbanzos.


¿Qué hay en la pasta proteica?

Para ser exactos la pasta proteica se elabora con harina de leguminosas o con harina de trigo enriquecida con aislado proteico (soja o guisantes). A veces se añaden claras de huevo a estos ingredientes. Por ello tiene un bajo nivel de hidratos de carbono y un alto aporte de proteínas.


¿Cuántas calorías hay en 100 g de pasta proteica?

100 g de pasta proteica también pueden ofrecer 60 g de proteína, 10 o 15 g de fibra y 21 g de hidratos de carbono. ¿La comparación? La pasta de sémola tradicional contiene 10 u 11 g de proteína, 2 o 3 g de fibra y 82 g de hidratos de carbono». El bajo índice glucémico de la pasta proteica depende de esto: no provoca picos de azúcar y, en consecuencia, mantiene baja la carga glucémica de la comida.


¿Para qué sirve la pasta proteica?

Una alternativa para variar, para introducir en la dieta proteínas vegetales y para reducir los hidratos de carbono: si se suele recomendar en dietas de adelgazamiento es porque la pasta proteica da la ilusión de comer pasta sin comerla, en parte por su aspecto, pero también por su agradable y versátil sabor. Realmente sirve para aumentar la ingesta de proteínas y reducir los carbohidratos: por eso también se recomienda en las dietas. ¿Por qué es recomendable limitar el consumo de hidratos de carbono (especialmente los simples) si se está a dieta? Provocan picos glucémicos, y por tanto una absorción inmediata de azúcares, que da hambre inmediatamente después y que favorece el almacenamiento de grasas (a no ser que se quemen, claro).


¿Se puede considerar la pasta proteica un sustituto de otras proteínas?

Desde un punto de vista nutricional, la pasta proteica no es un plato completo que se come solo. Los alimentos de origen vegetal tienen un valor biológico menor que los de origen animal: no contienen todos los aminoácidos esenciales, que son los que hay que introducir con la alimentación porque nuestro organismo no es capaz de producirlos por sí solo. ¿La solución? Combinar pasta proteica con verduras o simplemente con una pequeña rebanada de pan: Los aminoácidos deficientes en los cereales abundan en cambio en las legumbres y viceversa.


¿Para quién es adecuada la pasta proteica?

Todos podemos comerla, es una alternativa válida para variar nuestra dieta, y si el objetivo es adelgazar, la pasta proteica es una excelente aliada por todos los motivos que hemos comentado. Dado que contiene, aunque sea bajo, un porcentaje de gluten, los celíacos no pueden consumirla a no ser que opten por la pasta proteica sin gluten (las alternativas en el mercado se multiplican).


¿Cómo incluir la pasta proteica en una dieta equilibrada?

No hay ningún truco en particular: la pasta proteica se puede comer con normalidad, en lugar de la clásica. Y luego es muy conveniente: generalmente se cocina en pocos minutos, es muy versátil, combina perfectamente con verduras crudas o ligeramente salteadas. En resumen, fantasía. Para una comida completa basta con combinarla con una ensalada u otras verduras.

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