Presión arterial baja: qué comer y qué evitar

La presión arterial baja, también llamada hipotensión, es una afección caracterizada por valores de presión arterial más bajos de lo normal y un flujo sanguíneo más rápido. Considerada un trastorno y no una patología, la hipotensión es una condición bastante común que puede manifestarse a través de fatiga, agotamiento, mareos o desmayos. ¿De qué puede depender la presión arterial baja? Las causas pueden ser diferentes, desde la genética hasta la toma de medicamentos, pasando por la actividad física intensa, otras enfermedades o el embarazo: en cualquier caso, a través de una nutrición cuidadosa y un estilo de vida correcto es posible lidiar con la presión arterial baja y limitar sus síntomas.

Qué evitar en caso de presión arterial baja

Es bueno recordar que entre los diferentes factores que afectan los niveles de presión arterial también está la nutrición y es por eso que, si eres portador de esta condición, debes prestar atención a:

Alcohol: el alcohol es un vaso dilatador, por lo tanto, tomarlo puede ensanchar los vasos sanguíneos, facilitar el flujo de sangre y disminuir la presión arterial.

Bebidas calientes y demasiado calientes: El calor puede dilatar los vasos sanguíneos y aumentar la sudoración, causando una ligera caída en la presión arterial.

Comer en exceso: cuando digerimos, nuestro cuerpo envía más sangre al estómago, generando una ligera caída de presión. No solo eso, una comida muy grande puede causar hipotensión postprandial, debido a la relajación del cuerpo.

Alimentos ricos en azúcares: poco nutritivos, pesan sobre nuestro organismo y provocan un ligero descenso de la presión en la fase digestiva.

Qué comer en caso de presión arterial baja

Una dieta sana, variada y equilibrada, una buena dosis de actividad física y algunos ingredientes para tener siempre a mano. Veamos en detalle qué comer.

Cereales integrales: ricos en vitaminas y minerales, entre ellos hierro, potasio y magnesio, esenciales para la salud de nuestro sistema cardiovascular.

Frutas y verduras: especialmente tomates, calabacines, judías verdes, verduras de hoja verde, melocotones, piña, espinacas y aguacate.

Plátanos: ricos en potasio, los plátanos son uno de los alimentos para tener siempre en su merienda en caso de presión arterial baja.

Frutos secos: nutritivos y energéticos, los frutos secos nos permiten cargar sales minerales y ácidos grasos buenos.

Agua: quienes sufren de presión arterial baja nunca deben olvidar beber al menos dos litros de agua al día, especialmente en los meses más calurosos del año, cuando la sudoración aumenta y tendemos a perder líquidos y sales minerales.

Regaliz: Si sufres de presión arterial baja, siempre lleva contigo un palo de regaliz. Consumido puro, el regaliz contiene una sustancia capaz de estimular la absorción de sodio y potasio, esencial para mantener un buen nivel de presión arterial.

Chocolate negro, guaraná y ginseng: energizantes naturales que ayudan a evitar cambios bruscos y caídas de presión.