Sabemos que esconden los alimentos envasados? (I)

Vivimos una vida dictada por el trabajo y los ritmos rápidos. Llegamos por la noche y a menudo no hay ganas de cocinar y preparar platos dignos de los mejores chefs. Y entonces recurrimos a distintos alimentos ya pre-elaborados.

Pero... estos los alimentos funcionales a nuestras necesidades modernas, son también saludables?

Para sustituir los nutrientes que los alimentos elaborados industrialmente pierden en las etapas de procesamiento, se utilizan aditivos alimentarios, que no son tan nutritivos y saludables. La conservación, el color y el sabor están diseñados para capturar a los hambrientos consumidores! Aprendamos a conocer y entender cuáles son las sustancias más controvertidos.

Aditivos alimentarios: la más controvertidos

Colores artificiales

Se los utiliza en casi todos los alimentos procesados, dulces, pasteles, bocadillos, refrescos, productos para el desayuno. Sirven para que sean más tentadores a la vista, pero no son un índice de verdadera calidad. De los estudios y evaluaciones internacionales sobre los colorantes alimentarios surgen correlaciones que van desde alergias, a congestión nasal, y sobre todo hiperactividad en los niños.

Conservantes

Hay diferentes tipos de conservantes, tales como TBHQ, polisorbatos 60, 65 y 80, el BHT y el BHA, benzoato de sodio o sulfitos que se utilizan para retrasar o prevenir el deterioro de los alimentos, causadas por bacterias, levaduras y mohos. Se considera probable que puedan causar pérdida de calcio e irritación intestinal, dolores de cabeza hy problemas respiratorios. El más fuerte es quizás el nitrito de sodio, que se utiliza para mantener los colores en los productos cárnicos, y es potecialmente cancerígeno.

Emulsionantes

Se los utiliza para obtener mezclas perfectas, permiten unir los ingredientes naturalmente inmezclables. Aceite vegetal bromado, polisorbato 80 y carragenina son los principales. Se encuentran en la leche chocolatada, en los helados industriales, gelatinas y, por desgracia, también en alimentos para lactantes. Se los acusa de varios efectos secundarios, como problemas de comportamiento, reacciones cutáneas, trastornos digestivos, cálculos en la vejiga y riñón, aumento de peso, infecciones urinarias y mala absorción de hierro.

Agentes antiaglomerantes

Se utilizan para absorber la humedad de los alimentos, evitar la formación de grumos y, por lo general, se agregan a productos en polvo o disecados. Presentes en la sal de mesa, cacao, leche en polvo, polvo de hornear, mezclas para pasteles, queso rallado, preparaciones en polvo para sopas instantáneas, café instantáneo o huevos en polvo. Están compuestos por fosfatos, carbonato, silicato y aluminio. Este último conocido por su toxicidad, ya que puede causar daño a los riñones y los músculos, se considera una de las causas de la enfermedad de Alzheimer. También se demostró que diferentes tipos de agentes anti-aglutinantes aumentan la velocidad de degradación de la vitamina C que puede estar eventualmente presente en los productos.

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