Si se compró un pedazo de carne de bajo costo que parece fibroso, con estos consejos se obtendrá un gran resultado.
1. Cocinar a baja temperatura
Cocinar por períodos largos a bajas temperaturas le da tiempo al tejido conectivo, que mantiene unidas las fibras musculares, a fundirse y formar una gelatina que lubrica las fibras, lo que hace que la carne quede tierna y agradable de masticar.
2. Marinar
Para los cortes de carne más finos, probar sumergirlos en una marinada ácida. Los adobos a base de cítricos, vinagre o vino ayudan a "romper" las fibras musculares y permitirán que la carne quede más tierna después de la cocción.
3. Golpear la carne
Si se tiene un mazo para carne, colocar la carne entre dos trozos de papel film transparente de calidad alimentaria y golpear suavemente antes de cocinar. Si no se posee un mazo para carne, intentar usar una cacerola pequeña u otra herramienta pesada que pueda realizar la misma función.
4. Salar
Otro truco? Cubrir la carne con una abundante capa de sal gruesa antes de cocinarla: ayudará a "romper" las proteínas. Dejar reposar durante una hora, enjuagar la carne y cocinarla al gusto.
5. Cortar la carne en rebanadas finas
En este caso la habilidad con el cuchillo entra en juego. Si se tiene experiencia, cortar la carne en rodajas finas: esto permitirá "acortar" las fibras musculares y luego tener una sensación de suavidad en el paladar.
6. Hacer un aterciopelado
No hay equivalente en el español, pero en inglés se conoce como "Velveting". Es una técnica de la cocina china utilizada antes de freír. Primero, la carne se marina en una mezcla de clara de huevo, almidón de maíz y vino de arroz, y luego se escaldan brevemente en aceite o agua, antes de freírla por inmersión.
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