Un clásico renovado para Navidad

Cuando se piensa en la Navidad vienen a la mente tradiciones, sonidos, luces y adornos, regalos intercambiados cerca del árbol y el pesebre que representa el nacimiento del niño Jesús: todo se hace eco en el aire como un recordatorio de que algo nuevo comienza.

A la hora de los dulces, todo también es tradición: turrones, panettone, confituras. Cada país tiene sus preferidas.

Veamos este año como reinventar uno de los clásicos para servir un postre distinto, original y realmente delicioso: un pan dulce relleno!

Pan dulce relleno

Tomar un pan dulce alto y rebanarle una tajada en la parte superior. Reservarla.

Con un cuchillito de punta filosa retirar del interior las migas. Dejarle una pared de 1 cm de espesor. Rociar las migas con el whisky o coñac necesario para esponjarlas bien. Reservar.

Batir 400 gr. de nata con 4 cucharadas de azúcar hasta que espese.

Mezcle la nata batida con las migas reservadas, hasta unir todo bien.

Rellenar el pan dulce ahuecado de esta manera: una capa de la crema preparada, otra de chocolate en rama desmenuzado, otra de almendras cortadas en tiras, otra de cerezas glacé, otra de trocitos de ananá en almíbar y otra de nueces picadas grueso. Seguir con estos ingredientes, en forma alternada.

Poner al pan dulce la tapa que se le sacó, envolverlo en papel film, aluminio o manteca y dejarlo en el freezer de un día para otro.
Para la cena, sacarlo con tiempo del freezer y colocarlo en una fuente.

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