¿Verde o claro, redondo o largo? A cada calabacín su receta

Parientes lejanos de la calabaza, los calabacines fueron importados a Europa desde América Central alrededor del siglo XVII. Hay varios tipos: verde oscuro y verde claro, redondos y alargados, con o sin flores. Su temporada es el verano, aunque ahora se encuentran todo el año. ¿Pero qué calabacines elegir en el mercado? La respuesta depende de lo que se quiera cocinar.


¿Qué calabacines elegir en la cocina?

La mejor manera de cocinar los calabacines redondos es rellenarlos. Su forma, que se asemeja a la de un huevo, parece estar hecha a propósito para ser rellenada. Con qué rellenarlos depende solo del gusto de los comensales o la imaginación del chef de turno. Si se opta por una versión light, se puede preparar el calabacín a la hortelana, con relleno de salteado de verduras y un poco de queso fresco. Para un plato un poco más sustancioso pero aún así saludable, están los calabacines redondos rellenos de carne.


Largo y verde, en la sartén o en salsa

Los calabacines alargados con su color verde más claro, son más ricos en humedad, por lo tanto, durante la cocción son más jugosos. Por esto pueden utilizarse como guarnicer platos como pizzas con puerros y calabacines, o para realizar pasteles y tartas saladas. Por la misma razón, esta variante también está indicada como base para una salsa, para cocinar en una sartén o para una juliana frita.


Calabacín amarillo, ideal para risotto y sopas crema

No tan difundidos, los calabacines amarillos difieren de los verdes, además del color de su piel también por el sabor, tan dulce que en algunos casos se parece al de la calabaza. Se utilizan principalmente para hacer risottos, pero también son adecuados para otros usos en la cocina. La mejor manera de mejorar sus cualidades, sin embargo, es hacer una sopa crema. Para prepararlo se necesitan seis calabacines amarillos, una zanahoria, una chalota, la mitad de un tallo de apio, agua, aceite, sal, pimienta y semillas de calabaza. Se comienza con un salteado de chalotas, zanahoria y apio. Luego los calabacines se cortan en trozos pequeños y se cubren con agua fría. Se cocinan a fuego medio durante media hora y, una vez que se calientan, se procesan con el mixer. La sopa crema debe servirse bien caliente con un poco de pimienta y semillas de calabaza.

Comentarios sobre este artículo (0)

No hay comentarios