El siguiente es el procedimiento general, las recetas son muchas, así como las combinaciones de frutas, especias y hierbas; la proporción entre el alcohol y la fruta, o entre el alcohol y el jarabe, depende del gusto personal. Una proporción prudente, para empezar, es de 50 y 50: es decir, una parte de alcohol y una parte de jarabe.
Las fases críticas en la preparación de los licores de frutas son la filtración y la maceración. Filtrándolo con un tamiz o una gasa, el licor queda límpido y libre de desechos o residuos.
Pero cuando el licor se prepara por maceración de frutas, primero se debe contar con tarros de vidrio con capacidad suficiente para verter el alcohol. El recipiente debe ser llenado con 2/3 de alcohol el resto con cáscaras o frutas, que deben quedar completamente sumergidas en el alcohol.
¿Qué se necesita?
El ingrediente principal es, por supuesto, la fruta de temporada, madura, limpia y sin tratar, las cantidades son al gusto, por supuesto, mayor cantidad de fruta, más intenso será el sabor.
1 litro de alcohol alimentario de 95° (o, en su defecto, brandy o vodka)
Hierbas y especias al gusto
500 gramos de azúcar
500 ml de agua
Proceso
Lavar, secar y cuidadosamente pelar la fruta y ponerla en remojo en alcohol, en un frasco limpio y esterilizado de vidrio con una tapa o tapón bien cerrado.
Es en esta etapa que, si lo desea, puede agregar especias. El anís estrellado y moras, vainilla y limón, romero y melocotón, sólo es cuestión de gusto e imaginación, también se puede hacer un licor sólo de hierbas y ningún fruto. O sólo con las pieles del fruto como en el caso del famoso "limoncello". Una vez más, el único límite es tu gusto.
Un sótano, un ático o simplemente una despensa que no se utilice demasiado, siempre que sean oscuros y frescos, son los lugares perfectos para dejar reposar los ingredientes. El tiempo varía desde unos pocos días hasta un par de semanas máximo. Cuando el alcohol se impregnó bien con el fruto, es el momento de terminar la preparación del licor.
En una cacerola, poner el azúcar y el agua en partes iguales, dejar que se derrita por completo a fuego lento para hacer un jarabe. Retirar del fuego y, dejar enfriar.
A continuación, filtrar en el alchool en otro frasco, haciéndolo pasar a través de un tamiz cubierto con una gasa, para obtener un producto bien limpio. Este paso se puede obviar y mezclar todo con el jarabe, filtrándolo sólo en el embotellado.
Llenar el frasco sólo hasta la mitad con el alcohol infundido de fruta y completar con el jarabe frío, para una proporcipón 50/50. Mezclar bien con una cuchara bien limpia.
En este punto se puede embotellar: volver a colar el licor y verterlo en botellas de vidrio, limpias y esterilizadas, pasando el líquido a través de un embudo forrado con papel de filtro o un trozo de gasa de algodón limpia. Cierre las botellas con tapones de corcho y almacénelas en un lugar fresco y oscuro.
Todos los licores de frutas antes de ser consumidos, deben descansar de una semana a tres meses en un lugar oscuro, fresco y seco.
Recuerde que debe identificar siempre con una etiqueta la botella con el nombre del licor y la fecha de producción!
En general, los licores caseros se mantienen durante un máximo de tres años.
Por último, aunque parezca innecesario, es importante recordar que el consumo de alcohol se debe hacer con moderación y botellas de licor se debe mantener fuera del alcance de los niños.
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