Cómo se hace la tapioca
Para producir la tapioca es necesario separar el almidón del ácido prúsico y otros elementos no comestibles contenidos en el jugo lechoso de los tubérculos de yuca. La eliminación de este jugo lechoso es importante para hacer la tapioca. Para ello, es necesario rallar las raíces y exprimirlas con un paño y luego lavarlas y volver a exprimirlas, secarlas, picarlas y tamizarlas hasta convertirlas en polvo. El almidón obtenido aún no es tapioca, pues primero es necesario romper los gránulos de almidón que aún contiene, extendiéndolo sobre placas metálicas a una temperatura de 100 °C.
Tapioca: propiedades nutricionales
La tapioca, también llamada arrow-root, es un alimento muy nutritivo y útil para quienes padecen colitis y problemas digestivos. Similar al trigo por el elevado número de calorías que contiene -100 gramos de tapioca contienen 350-, se diferencia de este cereal por la elevada cantidad de almidón, que alcanza el 87%, a expensas de proteínas, vitaminas y sales minerales. También es un alimento bajo en residuos, utilizado en la dieta infantil como sustituto de las cremas de arroz. Sin embargo, es importante integrar el uso de la tapioca con otros ingredientes, ya que carece de vitaminas, proteínas, sales minerales y grasas, y saber que puede ser un alimento no apto para personas con problemas de diabetes, dado el alto contenido de almidón.
Tapioca en la cocina
Los granos de almidón que componen la tapioca son pequeños, duros y multifacéticos. Cuando se cocinan en agua hirviendo o en leche se transforman y en contacto con líquidos se convierten, una vez disueltos, en un compuesto gelatinoso, de sabor no agresivo y con tendencia al dulce. En América del Sur y África Central se utiliza como sustituto de la harina en la preparación del pan o en sopas junto con huevos, carnes y pescados. También hay quienes lo utilizan como ingrediente para la elaboración de postres como pudines.
Comentarios sobre este artículo (0)