Ciertamente, todos aquellos alimentos que pertenecen a la categoría "libre de", es decir, todos los productos sin gluten, sin azúcar, sin lactosa/leche, sin huevo, sin sal, sin levadura y orgánicos. Luego, no faltan los alimentos con alto contenido proteico, ricos en fibra y nutrientes funcionales, y aquellos que cuentan con el fortalecimiento del sistema inmunológico como el jengibre, la cúrcuma, los cítricos y los probióticos. Pero no solo. Entre las últimas tendencias también destacan los alimentos de origen vegetal y los sustitutos de la carne de origen vegetal.
Sin embargo, la sensibilidad de los consumidores no atañe sólo a los alimentos en sentido estricto sino también a sus envases. Su interés por los envases sostenibles, los residuos, los desperdicios y su impacto en el medio ambiente es cada vez mayor. En el momento de la compra, se prefieren sin duda las marcas que demuestran un compromiso concreto con la sostenibilidad, también a nivel social, en la reducción del consumo de materias primas no renovables y en las prácticas de producción que reducen los residuos y el consumo de energía.
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