En la cocina tradicional se entiende por caldo al que se obtiene al hervir carne en agua con la adición de verduras como zanahorias, apio, cebolla y hierbas como el perejil. La carne que se cocina lentamente, sumergida en abundante agua, desprende algunas proteínas, vitaminas (especialmente del grupo B) y una cierta cantidad de minerales, hierro y potasio. Pero recuerde que también existe el caldo de pescado, a menudo combinado con tomate, ideal para la línea; y el completamente vegetal, que cuenta con la ventaja de no tener ningún tipo de grasa, excepto, posiblemente, un poco de aceite añadido.
El mejor caldo se prepara así
- Por cada 1/2 kg. de carne utilizar 1 y 1/2 litro de agua.
- La carne debe ser colocada en el agua fría. Las verduras, en cambio, se añaden cuando el agua entra en ebullición.
- Utilizar carnes magras y quitar la piel del pollo.
- No agregar patatas si se quiere conservarlo. Las patatas siempre deben ser consumidos dentro de las 24 horas de cocción porque más tarde comienzan a desarrollar componentes tóxicos y se ponen ácidas.
- Para el caldo de verduras, la recomendación es utilizar verduras de temporada, que siempre se corresponden con las necesidades estacionales de nuestro organismo.
- Una vez que el agua llegue a ebullición, continuar la cocción a fuego lento.
- El tiempo de preparación mínimo es de una hora y media para el caldo de carne y 45 minutos para el vegetal.
Todos los beneficios de caldo
- Es muy saciante, especialmente el de carne.
- Es muy hidratante, ideal en el invierno, cuando tendemos a beber menos.
- El de verdura es de remineralizante.
- Ayuda a combatir el estreñimiento.
- Tiene muy pocas calorías: segun el tipo, una taza de caldo, de verduras o carne magra, tiene un mínimo de 30 a un máximo de 50 calorías.
Con las especias adecuadas estimula el metabolismo
Una taza de caldo tiene un impacto mínimo en el balance calórico diario. Pero si quiere potenciarlo, a fin de estimular el metabolismo y ayudar a eliminar los kilos de más, añada una de estas especias: nuez moscada, pimentón o canela.
La falsa creencia
Muchos recomiendan espumar el caldo de carne, o sea, quitar la grasa que sube a la superficie, para que sea menos calórico. Esto, sin embargo, lo priva de las pocas proteínas que proporciona, de hecho contenido en la espuma. Si no usamos carnes muy grasas, que siempre es recomendable, podemos evitar esta operación porque el caldo aún tendrá muy pocas calorías.
Comentarios sobre este artículo (0)