Levantarse temprano en la mañana: beneficios y cómo lograrlo todos los días

Levantarse temprano en la mañana es a menudo un desafío. Especialmente para aquellos con la mala costumbre de irse a dormir tarde. Sin embargo, levantarse temprano por la mañana es una excelente manera no solo de aprovechar mejor el tiempo del día, sino también de mantenerse en forma y saludable por varias razones. Por lo general, la primera regla que sigue a un madrugador es acostarse a una hora decente por la noche. Este pequeño hábito puede desencadenar toda una serie de buenas prácticas que ayudan a preservar la línea y la salud. Aquellos que se levantan temprano en la mañana en comparación con aquellos que son noctámbulos comen más comidas regulares. Por ejemplo, tienden a no saltarse el desayuno. También se las arreglan para distribuir mejor las porciones en diferentes momentos del día y, en consecuencia, al controlar mejor los ataques repentinos de hambre, comen menos y prefieren alimentos más saludables. La confirmación también viene de los expertos que aseguran que tener el hábito de acostarse tarde o comer de noche tiene la gran desventaja de desalinear el equilibrio metabólico dictado por el ritmo circadiano. El reloj biológico de nuestro cuerpo sincroniza los sistemas metabólicos para hacerlos eficientes y funcionales durante el día y para dejarnos descansar por la noche. Si revertimos nuestras actividades, creamos la llamada "cronodisrupción", un fenómeno directamente relacionado con los trastornos metabólicos, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.


Los beneficios de levantarse temprano

Levantarse temprano por la mañana y dormir bien por la noche es una excelente estrategia para mantenerse alejado del exceso de peso y los problemas de salud. La confirmación también proviene de un estudio reciente realizado por Nestlé Research en colaboración con algunas prestigiosas universidades internacionales, incluidas la Universidad de Northumbria de Newcastle y la Universidad de Surrey (Reino Unido). Los resultados de la investigación publicados en la revista científica Advances in Nutrition mostraron que los madrugadores tienen un menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2 que aquellos que tienen la costumbre de acostarse tarde, ya que tienden a tener modelos nutricionales más saludable. Las personas que se acuestan más tarde que los madrugadores tienden a seguir una dieta menos saludable. Por ejemplo, consumen más energía, bebidas azucaradas y con cafeína. Pero hay más. Los que tienden a acostarse tarde respecto a los que tienen la costumbre de levantarse temprano tienen más probabilidades de seguir comidas irregulares.


La rutina a seguir

Para poder dormir temprano por la noche y levantarse temprano por la mañana, lo primero que se debe hacer es configurar la alarma a la misma hora. Ayuda a sincronizar el ritmo de sueño-vigilia. Durante el día es útil pasar tiempo al aire libre. La luz del sol estimula la producción de hormonas que regulan el ritmo circardiano. El ejercicio también puede ser útil siempre que no se haga antes de acostarse. El riesgo? Tener dificultad para conciliar el sueño debido a la producción de adrenalina, una hormona que mantiene activo el sistema nervioso. Y finalmente, nada de teléfonos inteligentes o dispositivos antes de acostarse. La luz de los dispositivos electrónicos antes de dormir puede retrasar el quedarse dormido y dificultar el despertar.


Los alimentos que ayudan

Para descansar bien por la noche y levantarse temprano por la mañana, también se debe prestar atención a lo que come, especialmente por la noche. De hecho, algunos alimentos podrían alterar el sueño y, en consecuencia, dificultar el despertar por la mañana. Los alimentos que suministran triptófano y melanina son excelentes aliados. Estas son hormonas que promueven el sueño. Están presentes en granos enteros, almendras, legumbres y muchos otros alimentos. La leche también es un excelente alimento para el descanso gracias a la conversión de la caseína en casomorfinas por la microbiota intestinal. En cambio, la carne, los quesos añejos y las espinacas deben evitarse en la cena. Son ricos en tiramina, un precursor de los aminoácidos esenciales de la adrenalina, una hormona que promueve la vigilia. Entre las verduras, prestar atención a la col. Contiene compuestos de azufre, que también son precursores de moléculas excitantes.

Por último, se debe moderar el consumo de todas aquellas bebidas que contengan sustancias nervinas que tienen un efecto excitante como el té y el café.

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