De viaje: cocina andaluza

Andalucía invita a recorrerla con tiempo para llegar a conocer sus costumbres gastronómicas, que come con las manos cuando tapea, y que posee un sinfín de platos por la que es reconocida mundialmente.

El gazpacho es su plato más famoso, también el pescado frito (pescaítos fritos). En los postres se destaca el tocino del cielo, hecho con huevo y azúcar, herencia árabe, y los vinos de Jerez, de Montilla y Moriles.

Cuenta con más de 60 cocidos y potajes, algunos extravagantes como el de morillas con calabaza o el de castañas con alubias.

Las ciudades serranas cocinan con embutidos, carnes de caza y legumbres, mientras que las próximas al Mediterráneo lo hacen con pescados y mariscos.

La influencia árabe y judía se nota en toda la cocina, la árabe particularmente en los postres.

El origen del tapeo también es andaluz. Se cree que en el siglo pasado se protegía el jerez del polvo y de las moscas, cubriendo los vasos con una rodaja de pan con jamón o queso.

La variedad de ingredientes se multiplicó y hoy Sevilla y Córdoba están consideradas las reinas del tapeo.

Aquí un compendio de las más conocidas.

Pescaditos fritos (chipirones, pulpitos, calamares y lo que salga del mar.

Tortilla al sacromonte. Típica de los gitanos de Granada, con seso y criadilla de cordero.-

Salmorejo. De Córdoba, gazpacho espeso que se come mojando pan, rabo de toro o berenjenas fritas.

Gazpacho blanco. De Córdoba.

Espinacas a la jinense. De Jaén, con huevos de codorniz.

Rape con pimentón.

Caldereta de cordero.

Rabo de toro. De Ronda.

Jamón de Trévelez curado al aire.

Sopa de ajo blanco. De Granada, con almendras molidas.

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