Basta de grumos: reglas de oro para una crema pastelera perfecta.

¿Cuántas veces nos encontramos con una crema pastelera grumosa, de intenso olor o sabor a huevos, en definitiva, una crema de sabores desequilibrados, demasiado líquida o demasiado espesa, como un flan? ¡Desde hoy no más! La crema pastelera no es difícil de preparar, siempre que se respeten algunas reglas:

- Agregar leche a los ingredientes más sólidos, no al revés: esto evitará la formación de grumos.

- Continuar revolviendo constantemente durante el tiempo de ebullición

- Cocinar a fuego muy bajo para evitar que la crema se pegue en el fondo.

- Usar leche fresca.

- Equiparse con un batidor de cocina para mezclar.

- Usar una olla de fondo grueso.

- Una vez que la crema esté lista, cubrirla con una película plástica en contacto para evitar que se forme una "costra" en la superficie.

- Aromatizar con vainillina y ralladura de piel de limón: esto eliminará el fuerte olor a huevo de la crema pastelera.

La receta perfecta de la crema pastelera

Para llenar un pastel de un diámetro de 26 cm:

- 500 ml de leche fresca
- 150 gr. de azúcar granulada
- 40 gr. de almidón de maíz
- 2 cdtas. de extracto de vainilla
- la ralladura de la cáscara de 1 limón
- 4 yemas de huevo
- 1 pizca de sal

Poner a hervir la leche con la ralladura de limón: apenas comience a hervir retirar del fuego, filtrar la leche para quitar la cáscara de limón y reservar.

En un tazón, batir las yemas de huevo con el azúcar, el extracto de vainilla, la sal, la cáscara de limón rallada, y finalmente agregue el almidón de maíz.
Batir todo con un batidor, poner la mezcla en una cacerola, encender el fuego y agregar la leche en forma de hilo, batiendo siempre con el batidor de alambre. Bajar el fuego al mínimo y continuar mezclando con el batidor, continuamente, sin detenerse.

Dejar que la natilla se espese durante aproximadamente 15 minutos, siempre mezclando. Una vez que esté lista, transferirla a un recipiente y cubrirla con una película transparente.

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