En la cocina japonesa, detalles culinarios a menudo ignorados en otras culturas, asumen una importancia fundamental; en particular, la estética juega un papel principal: desde la presentación de los alimentos en los platos hasta la disposición de la vajilla en la mesa; por ejemplo, cada plato debe tener una ubicación precisa, los postes deben ser presentados sobre un pequeño apoyo, unidos y alineados, la cerámica tiene que estar elegida en función de su contenido.
La cocina japonesa es variada dependiendo de la región: la cocina de Kyoto ofrece recetas muy refinadas y se sirve en pequeñas porciones; el pescado se consume preferentemente cocido y, en general, los sabores de las recetas tienden a ser más ligeros y delicados.
En Tokio, en cambio, se prefieren los sabores más intensos; mientras que la ciudad portuaria de Kobe es conocida por su carne vacuna, famosa por su terneza debido a la particular raza y alimentación de los animales. Esta carne está muy veteada o jaspeada con grasa, siendo por ésto muy sabrosa aunque también muy calórica. Los filetes de ternera de Kobe están entre los más caros del mundo.
Arroz, soja, pescado, verduras y, en menor medida, carne de res, pollo y cerdo, son los productos básicos de la cocina japonesa, que utiliza muy pocos grasas y aceites, y prácticamente nada o muy poco de leche, mantequilla y queso.
El Tofu (especie de queso elaborado mediante la coagulación y prensado de la leche de soja), el miso (pasta aromatizante fermentada, hecha con semillas de soja y/o cereales y sal marina) y la salsa de soja, son ingredientes diarios de la alimentación japonesa.
Arroz
El arroz es el alimento más importante para los japoneses: en todas partes, en Japón, hay tiendas especializadas en arroz provenientes de diferentes cultivos, y de diversas variedades y calidades. El arroz en la cocina japonesa se sirve en toda ocasión: desde el plato principal, hasta el postre, acompañado por el té. Por lo general no se mezcla con otros ingredientes, salvo en algunos casos, como por ejemplo en el sushi.
Pescado: Sushi y Sashimi
El sushi y el sashimi son las especialidades que identifican la cocina japonesa a los ojos de los occidentales. El sushi se compone de pequeños cilindros de pescado crudo envuelto en arroz y algas; el sashimi prevé la presentación de rodajas de pescado crudo, adornado con vegetales.
En teoría las recetas son fáciles de realizar, la dificultad reside en la técnica de corte, que sólo se aprende después de años de práctica. También la frescura del pescado es esencial, y siempre se deben utilizar un productos de primera calidad.
Sopas
Las sopas están siempre presentes en las comidas japonesas, incluyendo el desayuno; no se sirve como plato de entrada ya que en la cocina japonesa, todos los platos se sirven juntos.
Existen principalmente dos sopas en la cocina japonesa: el Suimono (literalmente "algo para beber") clara y delicada; y las sopas de miso, más oscuras y sabrosas.
El dashi es la sopa clara más popular, realizada a base de algas marinas kombu y escamas de pescado seco (bonito), un caldo que forma la base de muchas otras recetas. Las sopas se sirven en tazones de laca con tapas.
Té
El té se sirve a cualquier hora del día, es el símbolo de la hospitalidad y por lo tanto tiene un significado muy importante en la cocina y en la cultura japonesa.
El té japonés es generalmente de color verde, ya que no se somete a procesos de fermentación, es muy refrescante y apaga la sed.
Para terminar, aquí tienes una completa colección de recetas japonesas para conocer este maravilloso país a traves de todos los tipos de platos que se preparan en su cocina.
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