Colesterol bueno: así se aumenta naturalmente

Demonizado, debatido, maltratado. El colesterol alto (como la presión) se considera uno de los principales elementos que se deben monitorear para reducir el riesgo cardiovascular y gozar de buena salud.
Pero sobre este tema hay mucha información y poca claridad. No todo el colesterol hace daño.

Los especialistas aclaran que el colesterol juega un papel muy importante para nuestro organismo. Constituye las membranas celulares, las lipoproteínas, promueve la asimilación de las grasas y algunas vitaminas (A, D, E, K) y contribuye a la producción de hormonas (masculinas y femeninas). Si está presente en exceso, es cierto que puede asentarse en los vasos sanguíneos y dificultar la circulación, por eso hay que controlarlo.


Colesterol bueno y colesterol malo: aclaremos las cosas

No todos tienen en cuenta que el colesterol es de dos tipos; está el LDL, que es el malo y el HDL, que es bueno y que más que el valor absoluto debe evaluarse la relación entre los dos. El colesterol malo es peligroso porque puede formar placas que favorecen el cierre de los vasos. Sin embargo, el colesterol bueno tiene la capacidad de transportar el colesterol malo al hígado para su eliminación. Es por esto que es importante evaluar la cantidad total de colesterol al examinar la proporción entre los dos.


Una ayuda de la actividad física y la nutrición

La buena noticia es que para el aumento del colesterol bueno hay dos aspectos fundamentales: la y la nutrición. Hay alimentos que, debido a su composición particular (que contienen ácidos grasos beneficiosos para la salud) pueden promover el aumento del colesterol bueno, veamos cuáles son y por qué.

Frutos secos

Nueces, almendras, avellanas, pistachos, anacardos. Los frutos seco son una verdadera mina de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 y omega-6, valiosos para el organismo. Por este motivo, no solo puede reducir los niveles de colesterol malo, sino también aumentar el bueno, al tiempo que mejora su funcionalidad.

Pescado azul

Bacalao, abadejo, sardinas, arenques, salmón. El pescado azul también es rico en ácidos grasos omega 3, que ayudan y optimizan el metabolismo de los lípidos en la sangre. Los triglicéridos se controlan a través de omega 3 y el colesterol bueno (HDL) aumenta, lo que reduce el riesgo cardiovascular.

Aceites vegetales

Los aceites vegetales, como el aceite de oliva, son particularmente útiles para combatir el malo. De hecho, contienen una cantidad significativa de insaturados, así como importantes porcentajes de vitamina E y antioxidantes capaces de mejorar el metabolismo de los lípidos.

Semillas

Algunas semillas, entre las que destacan las de lino, se caracterizan por una cantidad muy alta de omega 3. Al consumirlas crudas, pueden suministrar grasas buenas, previniendo enfermedades del corazón.

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