Nacido en India e introducido en China en el siglo XIV, el melón amargo se usa ampliamente en las cocinas del este de Asia, el sur de Asia y el sudeste asiático. Aunque en cada país hay una gran variedad de preparaciones y combinaciones y se le llama con un nombre diferente (entre los cuales el más famoso es el indio karela), este melón en particular es conocida en todo el mundo por sus extraordinarias propiedades beneficiosas.
Características y propiedades del melón amargo
Esta fruta, que crece en la planta tropical y subtropical llamada ampalaya, se cultiva ampliamente en Asia y África y, más recientemente, también en otros países del mundo. Sus variedades son muchas y, aunque de forma similar, difieren en tamaño, color y amargor, mientras que el sabor es siempre el mismo y puede considerarse como en un punto medio entre una calabaza y un calabacín. Se destaca sobre todo por sus efectos beneficiosos: de hecho, es una fuente preciosa de vitaminas (especialmente A, B, C), fibra, sales minerales, hierro, calcio, fósforo, potasio y betacaroteno. Según algunos estudios, una de las sustancias contenidas en ella, el polipéptido P, tendría efectos en el cuerpo similares a los de la insulina: es decir, podría regular el nivel de azúcar en la sangre, lo que constituye un potencial remedio para los enfermos de diabetes tipo 2. Según otros estudios, el jugo de karela también ayudaría a contrarrestar ciertos tipos de cáncer, problemas estomacales y psoriasis.
Posibles usos en la cocina e ideas para una receta oriental
En primer lugar, debe decirse que el melón amargo se puede comer crudo o cocido y que, sea cual sea la preparación que se prefiera, es bueno saber qué precauciones y combinaciones pueden humedecer o equilibrar su amargor. Se debe consumir antes de que esté completamente maduro y es aconsejable cortarlo en dos a lo largo y, con una cuchara, quitar el corazón esponjoso (la parte amarga) y las semillas. Si es necesario, se puede sumergir la fruta en agua con sal, durante aproximadamente una hora o durante la noche.
Más allá de cualquier paso para mitigar su sabor amargo y exceso de líquido, la fruta, dadas sus características, combina bien con alimentos e ingredientes grasos, especiados o picantes, como el curry, el comino, el yogur, el cerdo y el chile rojo picante. La karela, en la cocina asiática, se cocina principalmente frita o guisada, también se puede preparar rellena, salteada con otras verduras, actuar como acompañamiento de otros platos o ser el principal ingredientes de sopas y platos principales.
En cada país asiático, la karela se usa de manera diferente; en India se cocina típicamente en una sartén con varias especias, cebolla, guindilla, coco rallado; en China combinada con carne de cerdo o frijoles de soya negros fermentados; mientras que en Filipinas es uno de los ingredientes del pinakbet, un plato tradicional hecho a base de vegetales mixtos al vapor, en salsa de pescado o camarones.
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