¿El secreto de la longevidad? Comer menos. Dile adiós a los atracones porque ahora está científicamente demostrado: comer menos hace vivir más. De hecho, la dieta baja en calorías y la longevidad parecen haber encontrado una conexión en todos los efectos. ¿Pero por qué esta relación? ¿Y cómo podemos entonces adoptar una dieta adecuada?
Estudios
Tras años de estudio, recientemente se ha llegado a una magnífica confirmación: lo que comemos tiene la capacidad de "dialogar" con nuestro ADN, modulando la expresión de algunos genes ventajosos para la longevidad y la salud. La longevidad saludable es el lema.
Con los alimentos introducimos calorías en forma de nutrientes, pero también sustancias no estrictamente nutritivas que, una vez absorbidas, activan la expresión de algunos genes en nuestras células que mejoran la biología y la longevidad de la propia célula. Del mismo modo, estas sustancias son prebióticas y guardianas de nuestra microbiota.
Todo empezó en los años 30 cuando, tras algunos estudios, se descubrió que la restricción calórica prolongaba la vida de algunos organismos hasta en un 50%: Era normal pensar inmediatamente que el mismo razonamiento podría aplicarse a organismos más complejos, incluido el hombre en su totalidad, como ocurre con un solo organismo. Por lo tanto, se han realizado varios estudios sobre el tema que confirman que comer menos hace vivir más y la reciente y famosa dieta que imita el ayuno del Prof. Longo representa una magnífica expresión de ello.
Sin embargo, vivir toda una vida de restricciones es casi imposible o al menos no muy agradable. Así que ¿cómo se hace?
La respuesta está en las verduras
Estudios posteriores se sucedieron en un intento de descubrir si en los alimentos habituales podrían estar presentes sustancias capaces de "imitar" la restricción calórica activando los mismos genes con las mismas ventajas. La respuesta se encontró en los compuestos fitoquímicos, que normalmente están presentes en los vegetales alimenticios. En la naturaleza existen más de 40.000. Son aquellas sustancias conocidas como carotenoides o pertenecientes a la gran familia de los polifenoles y muchas otras, que han demostrado tener la capacidad de imitar la restricción calórica. Básicamente, aprovechar los beneficios para la salud como lo hace la dieta sin hacer dieta para siempre. Las sustancias que se extraen de los alimentos y se consumen se definen como nutracéuticos.
Alimentos preferidos
En la práctica, ¿cuáles son los alimentos elixir de una larga vida? Definitivamente frutas y verduras como arándanos, fresas, moras, zanahorias cocidas, calabaza, melón, albaricoques, tomates, sandías y pimientos, cítricos, cerezas, ajo, cebolla, achicoria, repollo, brócoli y cereales integrales sólo por nombrar algunos.
El deporte
Los fitoquímicos activan y mejoran algunos mecanismos de salud y longevidad que ya se activan con la dieta y la actividad física, por lo que, para aprovechar realmente esta información, la dieta debe permitir, a nivel calórico, mantener el peso corporal a lo largo del tiempo, ser rico en componentes vegetales ricos en sustancias biológicamente activas y debe ir acompañado de una actividad física suficiente y sostenible (a veces basta con un simple paseo), sabiendo que en biología uno más uno no es dos, sino mucho.
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