Los postres brasileños y su historia

El origen de los postres brasileños se remonta a la época de la colonización; por esta razón, la mayoría de sus recetas tradicionales se basan en recetas de postres portugueses.

La historia cuenta que en el siglo XVIII, Portugal comenzó a producir una gran cantidad de huevos de los cuales, la mayoría de las claras eran enviadas a Francia e Italia para aligerar los vinos y las restantes eran utilizadas por monjas de los conventos para endurecer la ropa.

¿Para qué se usaban las yemas de huevo? Una parte se usaba para alimentar al ganado y el resto se usaba para hacer deliciosos postres que las monjas vendían a los ciudadanos.


Influencias nativas y africanas

Desde el siglo XV, los portugueses comenzaron a cultivar azúcar de caña en las colonias y a usarla en la cocina. Huelga decir que, desde el siglo XVII, la cocina portuguesa comenzó a influir mucho en la brasileña.

Cuando los portugueses llegaron a Brasil, usaron frutas y miel para hacer sus platos típicos. Luego, con la revolución industrial, comenzaron a usar también azúcar moreno, azúcar de caña, jarabes de fruta y mermeladas.

Los portugueses también sufrieron la influencia de los aborígenes nativos y de los esclavos africanos. De los primeros tomaron el uso de la mandioca y de los africanos el del coco y el maní.


Los postres más famosos

Cada región de usa los frutos típicos de su territorio, por lo que los dulces son muy diferentes de una región a otra.

En el norte está el jugo y sorbete de açaï y castañas de Pará. Los postres del noreste están caracterizados por el uso de tapioca.

En el sur, los postres son principalmente a base de manzanas. Pero el sur es la región donde se concentra la verdadera historia de los dulces brasileños, todos a base de frutas locales: plátanos, piña, mango, fruta de la pasión, coco y muchos otros.

Así que están el famoso "quindim", los "ovos queimados", los "queijadinhas", el "doce de leite" y los pasteles: entre los más típicos el de plátano, el pastel de maracuyá, el pastel de azúcar de caña, el pastel de maíz y el arroz con leche pão-de-ló.

Cuando se trata de típicos, no se debe olvidar el famoso "Romeo y Julieta": una rebanada de guayaba servida con una rebanada de queso blanco "Minas".

Después de esta perfecta pareja, no se puede no mencionar la mousse de queso con salsa de guayaba.

Finalmente, otros dulces importantes son los brigadeiros, dulces elaborados con chocolate y leche condensada que tanto gustan a los niños, pero también a los adultos.

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