Cocinas del mundo: Bulgaria

Si algo puede definir la gastronomía búlgara, es su sabor picante y muchos condimentos fuertes como pimiento picante, orégano, perejil, pimienta negra, ajedrea y páprika.

Estos ingredientes dan a los platos típicos de Bulgaria un sabor que, con el tiempo, se convierte en inolvidable.

A diferencia de otras cocinas, como la china o la francesa, la cocina búlgara es más simple y menos variada, pero no por esto menos sabrosa.

Entre los platos más comunes y típicos están el frijol blanco, las coles, sopas, platos de carne de cerdo o de cordero y el famoso yogur, que parece ser el responsable de la longevidad de los búlgaros. Como es bien sabido, el yogur búlgaro ha ganado un lugar especial en el mundo.

Para su elaboración, la leche, tanto de vaca, oveja o búfala, se espesa con el famoso agente bulgaricum lactobacterium que puede desarrollarse plenamente sólo en las condiciones geográficas y climáticas Bulgaria.

Y es justamente con yogur que se prepara la Tarator, una sopa fría de yogur batido con agua, pepinos, nueces, perejil o hinojo, nueces picadas, ajo y aceite. Otra sopa muy popular es la Shkembe Chorba, a base de tripas de cordero o cerdo, sazonado con vinagre y ajo. En cuanto a las ensaladas, nada como la Shopska Salata, la más popular de Bulgaria, preparada con tomate, pepino, pimiento asado y un delicioso queso blanco rallado. Otra alternativa es la Kiopolu, un caviar vegetariano de berenjenas, pimientos y tomates.

Para continuar, con los platos principales, nada mejor que el Kebapche y la Kyufte, salchichas y albóndigas de carne de res y cerdo muy sazonadas y hechas a la parrilla.

Para los paladares más exigentes, el plato más recomendado es la moussaka que, a diferencia de la receta griega, lleva papas y carne molida, cuierta con una fina capa de yogur, harina y huevos.

Otros platos tradicionales son el Guiuvech, carne de res o de cerdo, tomates, pimientos y guisantes cocidos en el horno en una cazuela de barro; la Shishcheta, kebabs de cordero con verduras; y el Kavarma que consiste en carne de cerdo con abundante cebolla.

En cuanto a quesos, existen dos clases principales, el amarillo o Kashkaval y el blanco o Sirene (similar al feta). Con este quesos se prepara la Banitza, un pastel de hojaldre relleno con una mezcla el queso desmenuzado, leche y huevos.

Pasando a los dulces, en general, tienen un sabor y apariencia bastante oriental, es decir, preparados con almíbares y muy dulces, como el baklava o el Kadaif.

Los aperitivos búlgaros más populares son el Slivova (aguardiente de ciruela), el Grozdova (aguardiente de uva), el Kaisieva (de albaricoque) y la Mastika (anís).

Los vinos búlgaros también son muy famosos y año a año se incrementa su producción con el objetivo de ocupar un lugar de relieve en el panorama vitivinícola mundial.

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