Colorantes alimentarios de verduras: cómo se preparan (II)


Ya hemos visto 3 métodos para extraer los colores de los vegetales que compramos. Veamos ahora como obtner cada color en particular.


Color verde

Gracias a la clorofila que contienen, las hojas de acelgas y espinacas, son perfectas para obtener un bonito color verde brillante. Basta simplemente con mixearlas con una gota de limón o alcohol alimenticio, o bien, triturarlas, llevarlas al fuego y dejar que el exceso de líquido se evapore. Para un color aún más brillante, se puede agregar té verde, perejil u hojas de menta fresca.


Colores rojo, morado y azul

Dependiendo de las proporciones entre las distintas verduras y jugando con combinaciones específicas, se pueden obtener diferentes colores: desde rojo hasta azul pasando por extravagantes tonos de púrpura. Comenzar con la remolacha para obtener un color violáceo intenso: una vez cocida, triturarla y tamizarla por un colador de malla estrecha. Elegir el tomate para un rojo claro y brillante: quitar las semillas y licuar con toda la piel. Alternativamente, se puede usar este último después de hacerlo secar. Otro vegetal perfecto para obtener un violeta brillante es la col morada: en este caso, se puede jugar fácilmente entre el fucsia -agregando unas gotas de limón- y el azul añadiendo una pizca de bicarbonato de sodio.


Color amarillo

En este caso, es fundamental utilizar especias con un alto poder colorante, como la cúrcuma y el jengibre. Disolver un par de cucharaditas en medio vaso de agua tibia y agregarla a la mezcla de verduras a licuar. Evidentemente, optar por verduras que faciliten el color dorado, como pimientos y tomates amarillos.


Color naranja

Además de la calabaza, disponible solo en otoño, se puede apelar a las zanahorias durante todo el año. Aquí hay dos opciones para extraer el jugo: usar un extractor eléctrico o licuarlos con una gota de agua y pasarlas con cuidado por las mallas de un colador para quitar las partes más duras y fibrosas.


Color marrón

Extraño pero cierto: el marrón se obtiene fácilmente usando cebolla morada y ayudándose con té negro para obtener un color aún más oscuro e intenso. El consejo en este caso es dejarla que se ablande un poco a fuego lento y mezclarla con un poco de caldo. Luego licuar y agregar, si es necesario, un poco de té negro, tipo Roiboos.

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