Cómo depurar el intestino

El intestino es la clave de nuestra salud, tanto es así que se le llama el "segundo cerebro" del cuerpo. La conciencia de lo que comemos es la base de nuestra salud física y mental.

Al descuidar la nutrición, también se descuidan los intestinos que se ven afectados dando claros signos de intoxicación:

- Irregularidad ante todo, episodios alternos de diarrea con periodos de estreñimiento severo, la mayoría de las veces diagnosticados como síndrome del intestino irritable;

- Tendencia a desarrollar alergias alimentarias en la edad adulta;

- Infecciones genitales, en particular cándida y cistitis;

- Disminución de las defensas inmunitarias ya que en el intestino existen ganglios linfáticos capaces de producir células inmunes para defender nuestro organismo.

De todo ello se deriva un estado de cansancio y agotamiento generalizados que, a la larga, puede conducir a una disminución de la calidad de vida.


Cómo purificar el intestino

No hay remedio más eficaz que la comida para depurar el intestino de forma duradera, además de asegurar una buena hidratación diaria.

Esta es una lista de alimentos que deberían incluirse en la dieta diaria para purificar este precioso órgano.


Verduras

De todo tipo, especialmente las verdes: espinacas, brócoli, col, nabos, rúcula, lechuga, achicoria. Gracias a su contenido en fibra y magnesio, favorecen el tránsito intestinal normal, contrarrestando el estreñimiento y permitiendo la eliminación de toxinas a través de las heces.


Frutas

También ricas en fibra, especialmente si se consumen temprano en la mañana durante el desayuno, tienen una excelente función reguladora del tránsito, en particular ciruelas, kiwis, plátanos maduros, mangos, manzanas y peras con su piel.


Alimentos probióticos

Yogur, kéfir, quesos fermentados y miso contienen componentes vivos que interactúan con la flora intestinal protegiéndola y asegurando su bienestar.


Alimentos prebióticos

Es decir, alimentos vegetales ricos en fibra soluble en agua (por ejemplo, inulina): verduras en general, legumbres, avena, ajo, frutos secos, especialmente nueces; representan la nutrición de probióticos facilitando la labor de protección de la flora en el tracto gastrointestinal.


Semillas de chía

Estas pequeñas semillas de color oscuro son una valiosa fuente de fibra que es muy útil para favorecer el tránsito intestinal normal. Un consejo para beneficiarse de ellas es poner una cucharadita de semillas en un vaso de agua, después de aproximadamente una hora habrán formado una sustancia gelatinosa muy útil para limpiar el intestino y regularizarlo. Incluso mezclándolos con yogur y dejándolos reposar en la heladera por una noche, se obtienen deliciosos pudines de chía perfectos para un desayuno rico en fibra y bienestar.


Harinas integrales o semi-integrales

Arroz, pasta, pan integral, además de un importante aporte de fibra esencial para la regularidad intestinal, tienen un índice de saciedad superior a las harinas refinadas.


Vinagre de manzana

Es rico en fibras solubles que favorecen la proliferación de bacterias buenas.

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