La base es muy simple: una capa de frutas o verduras, a veces pescado, rara vez carne, cubierta con la mezcla desmenuzada de rigor y cocida en el horno hasta que esté dorado. En resumen, las proporciones son dos terceras partes de "relleno" y un tercio de migas.
El crumble no sólo es fácil, rápido y versátil. También es uno de los platos más divertidos de interpretar, ya que está abierto a muchas variaciones, dulces o saladas.
¿Cómo se prepara el crumble?
La preparación de los ingredientes se puede anticipar. De hecho, la carne y/o verduras deben estar cocidas al momento recubrirla con las migas y hornearlas. La fruta en cambio, se usa más frecuentemente cruda, así como también el pescado.
El único punto negativo: el crumble no soporta la espera. Su sabor y textura son mejores cuando se sirve recién horneado, y tibio. Si se espera demasiado, la corteza absorbe la humedad y tiende a compactarse.
Pero hay una solución: basta con tener todo pereparado con antelación y mantenerlo en la nevera, el "relleno" ya acomodado en un molde engrasado y las migas por separado, en un bol; en el momento de la cocción, sólo basta con acomodar las migas sobre el relleno y llevar al horno.
¿Cómo se preparan las migajas?
Para comenzar, las proporciones: 2 partes de ingredientes secos y una parte de materia grasa. Por ejemplo, en el clásico crumble de manzanas, se utiliza 1 parte de harina, 1 parte de azúcar y 1 parte de mantequilla.
Si desea migas con el equilibrio adecuado entre crujiente y suave, hay que proceder de la siguiente manera: mezclar los ingredientes secos (harina, sémola, avena, granola, nueces picadas, azúcar, especias, hierbas ...) en un bol; añadir el elemento graso (mantequilla, margarina, manteca de cerdo) bien fría y en cubos y, si desea, un hilo de aroma líquido (azahar, agua de rosas, almendraa), se mezcla en trozos grandes con una cuchara y luego con la punta de los dedos frotando la mantequilla con los ingredientes secos, hasta tener una mezcla granulosa y pareja.
Pero seamos sinceros, también se puede poner todo en el robot de cocina, y accionar la cuchilla intermitentemente, para que no se forme una bola de masa. Reservar siempre en el refrigerador hasta el momento de utilizar.
Algunas recetas para probar de cumbre:
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