Escuela de cocina: miel, cómo usarla en la cocina

Como nos gusta la miel cuando hace frío y la garganta comienza a picar... Y, sin embargo, además del producto final que nos ofrecen, hay que recordar que la existencia de las abejas está estrechamente relacionada con la nuestra, como ya lo había entendido Einstein, que alguna ve dijo "Si algún día las abejas desaparecieran, el hombre solo tendría cuatro años de vida".


Miel en la cocina: el comienzo de una revolución

Si sólo has utilizado la miel para endulzar el té o las tisanas, debes saber que hoy hay nuevas y sorprendentes propuestas. Andrea Paternoster, el mayor productor de miel en Italia, propone una revolución que distorsiona por completo el uso de la miel en la cocina. De hecho aconseja degustarla en un vaso, como se hace con los mejores Chardonnay o utilizarla en las cocinas más importantes. También para la miel esto es posible porque, al igual que el vino, es un producto vivo, cada miel cuenta un florecimiento, un momento del año y son estas flores las que hacen a la miel tan importante.


Diferentes usos en la cocina para los diferentes tipos de miel

Dependiendo del tipo de flor de la que se extrae el néctar, la miel cambia su sabor, aroma y composición, permaneciendo en todas sus formas siempre nutritiva y fácilmente digerible.

Para endulzar bebidas e infusiones, en su uso más clásico, es perfecta la miel de lima, acacia y naranja, así como para preparar postres como galletas y semifreddos; para dar un sabor agridulce a platos salados y a la carne, son preferiblkes las de eucalipto o tomillo, muy apreciadas por los chefs.

Con los quesos son muy adecuadas las de castaña, que también se pueden utilizar para glasear vegetales como la cebolla.

Pero esto no es todo: también existe la miel de lavanda, diente de león, cardo, fresa, cilantro, espina, manzano, girasol, trébol... Infinidad de variedades, ¿cuál es tú favorita?

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