Pasta integral hecha en casa

La pasta fresca es una tradición irrenunciable en los domingos de muchos hogares: con ricas salsas, como la boloñesa ideal en invierno, con salsas livianas de mar o con verduras para platos más ligeros y adecuado para las estaciones más cálidas.

Con una pequeña variación a las recetas tradicionales, la pasta también se puede hacer con harina de trigo integral, en una variante particularmente popular por su sabor rústico y fuerte, que combina bien con verduras tales como alcachofas o un pesto de rúcula y sabrosas anchoas. Veamos entonces cómo hacer la pasta de harina integral: mucho más fácil de lo que se piensa.

Pasta fresca integral: la receta tradicional

Como en el caso de la pasta fresca clásica, también la integral se puede utilizar para dar vida a diferentes formatos: tallarines, lasañas, mariposas, Maltagliati, ravioli y tortellini.

Para prepararlas, poner en la mesada 500 gramos de harina de trigo integral, formando un pequeño hueco en el centro. Batir ligeramente cinco huevos en un bol con una pizca de sal y unirlos poco a poco con la harina.

Amasar inicialmente con la punta de los dedos y luego con las manos, hasta obtener una masa suave y homogénea, ayudándose eventualmente con unas cucharadas de agua (esto puede tardar hasta 30 minutos). Poner entonces la masa en un recipiente (o envolver en papel de plástico) y dejar reposar durante aproximadamente media hora antes de extenderla y cortar del tamaño y formato deseado. Cocer la pasta rellena o los formatos más gruesos aproximadamente cinco minutos, mientras se calculan aproximadamente dos a tres minutos para formatos más delgadas tales como tallarines.

Cómo hacer pasta integral sin huevo

La pasta fresca también puede prepararse sin huevos, una versión adecuada para aquellos que siguen una dieta vegetariana, o para las personas con intolerancias o que simplemente quieren mantener a raya las calorías. La receta indica mezclar en un bol 500 gramos de harina de trigo integral con una pizca de sal y añadir poco a poco alrededor de 300 mililitros de agua. Cuando se empiece a formar una masa suave, transferirla a una tabla de amasar ligeramente enharinada y seguir trabajando hasta que esté seca y compacta. Dejar reposar durante unos 30 minutos, antes de amasarla (no demasiado fina, para evitar que en la cocción la masa se pegue), con la máquina clásica o con un rodillo, y darle a la masa la forma que se prefiera.

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