Beneficios de las frutas y verduras blancas

Cuando pensamos en alimentos como frutas y verduras, la primera imagen que nos viene a la cabeza es la de los ricos y coloridos puestos de los mercados: auténticas explosiones de tonos y colores así como de gusto y sabor y sin embargo, en la naturaleza, como en la cocina, todos los ingredientes tienen una función e importancia, incluso los que se consideran "sin color", como los blancos. El ajo, el hinojo, el puerro y las alubias, pero también el plátano, la pera y el coco son solo algunos de los alimentos blancos que consumimos habitualmente y que, gracias a su riquísimo perfil nutricional, nunca deberían faltar en nuestra lista de la compra.

¿Para qué sirven las verduras blancas? Las verduras y frutas blancas son ricas en compuestos antioxidantes, tienen un fuerte poder antibacteriano y son excelentes amigas del corazón, por mencionar algunas. Aquí hay una pequeña guía para conocer más sobre las frutas y verduras blancas y por qué se deberían incluir estos ingredientes en nuestra dieta.

Cuáles son los beneficios de las frutas y verduras blancas

Hay muchas verduras blancas, a menudo subestimadas y, a pesar de su tez "pálida", todas son ricas en propiedades beneficiosas. ¿Cuáles son? Desde los más habituales e intuitivos ajo y cebolla hasta la coliflor, símbolo de la estación otoñal; en el grupo de los alimentos blancos también se encuentran puerros, hinojo, apio blanco y apio nabo, alubias, chirivías, alcachofas, acelgas, champiñones, almendras y, por último, patatas de pulpa blanca.

En la abigarrada familia de los alimentos blancos también se encuentran numerosas variedades de frutas: castañas, peras y manzanas blancas, uvas, plátanos, cocos, melocotones blancos, melones y lichis, que difieren en aspecto y estacionalidad pero comparten numerosas propiedades beneficiosas.

Se trata de alimentos diferentes, pero todos caracterizados por un color cándido y un interesante y rico perfil nutricional. La confirmación de que las verduras y las frutas blancas son una auténtica panacea para la salud la confirman las investigadoras Connie Weaver y Elizabeth T. Marr que, en el estudio "Verduras blancas: una fuente olvidada de nutrientes" publicado en la revista Advances in Nutrition, investigan la importancia de una dieta variada y equilibrada basada en todo tipo de frutas y verduras, centrando la atención en el efecto beneficioso de los alimentos blancos.

El color blanco viene dado por la presencia de vitamina C, quercetina, alicina, polifenoles, indoles, selenio, compuestos azufrados e isotiocianatos.

La alicina, en particular, es una sustancia con un potente efecto antibacteriano, ayuda a mantener el colesterol bajo control y a regular la presión arterial, la vitamina C estimula y protege nuestro sistema inmunológico.

Gracias a la presencia masiva de azufre, las verduras blancas que crecen bajo tierra como el ajo, la cebolla y las patatas son útiles para el crecimiento de las uñas y el cabello, mientras que el selenio, con su efecto antioxidante, ayuda a la tiroides al contrarrestar la acción de los radicales libres y el envejecimiento celular.

Azufre pero no solo: las frutas y verduras blancas contienen magnesio, potasio y calcio, sales minerales esenciales para la salud del corazón y el sistema cardiovascular; son fuente de fibra, útiles para proteger y estimular el funcionamiento natural del intestino y contienen de forma natural agua, imprescindible para estimular la expulsión de líquidos y por tanto de las toxinas que el organismo tiende naturalmente a acumular. Las alubias, más que otros alimentos blancos, son ricas en proteínas vegetales, importantes para el desarrollo y la salud de músculos y tejidos, mientras que las almendras, como la mayoría de los frutos secos, poseen propiedades energizantes y tónicas, especialmente recomendadas en caso de anemia.

Respecto a las frutas: las peras son ricas en agua y fibra, azucaradas y energizantes, auténticas fuentes de sales minerales plátanos, melón blanco y castañas, remedios naturales eficaces en los cambios de estación y con la llegada de los primeros fríos.