En los países anglosajones, la familia de frutos rojos recibe recibe nombre con la terminación "berry", que significa "baya". Pero lo cierto es que, con la llegada a los mercados de especies exóticas, los híbridos y demás mezclas, hicieron que su paleta de colores se ampliara a diferentes tonalidades de rojo en el caso de las frambuesas y las frutillas silvestres, negro en el caso de las moras y negro azulado en el de los arándanos.
Sus ventajas nutricionales son numerosas, y entre ellas se destaca la presencia de un gran número de vitaminas, la mejora de la visión y la estimulación del riego sanguíneo.
Siempre asociadas al amor y la sensualidad por su coloración, en los últimos tiempos también seducen desde la cocina, donde cobraron gran protagonismo en platos y postres. A continuación, una lista de los berries más famosos.
Arándanos
Son los frutos carnosos de una planta llamada mirtilo y que pueden variar su color del negro al azul y al rojo. Originarios de América del Norte, antiguamente eran utilizados no sólo como alimento sino también con fines curativos para heridas y contra el veneno de las flechas.
Se trata de una baya casi esférica de 7 a 15 mm. que contiene pequeñas semillas, y su pulpa, aromática y jugosa, presenta un sabor agridulce muy particular. Los hay de varias especies: el arándano bajo y silvestre, el alto (highbush) -el primero que se introdujo al cultivo y que, además, produce la fruta de mejor calidad en cuanto a tamaño y sabor- y el arándano Ojo de Conejo (rabbiteye), considerado una especie de menor importancia.
Un arándano común se mantiene en la heladera durante tres semanas, pero vale saber que gana en sabor si se lo consume a temperatura ambiente. El principal uso que se le da en la cocina es para la elaboración de mermeladas, compotas, jaleas, jugos, tragos, licores, crépes y rellenos de tartas y tortas.
Conviene seleccionar los de color negruzco azulado y de aspecto plateado, los mejores indicadores de su calidad. Lo ideal es elegir los más carnosos, firmes y uniformes en tamaño, secos y sin hojas ni tallos.
Moras y zarzamoras
El tamaño distingue al fruto de arbusto (la llamada zarzamora) del de árbol; éste último, algo más grande. En cuanto al sabor, el primero es más dulce y el segundo un poco más ácido. La mora es una fruta silvestre y la mayoría de sus variedades son nativas de los Andes. Pertenece a la familia de las rosáceas y vive preferentemente en lugares húmedos y asoleados.
De origen europeo, es un arbusto semitrepador con tallos cubiertos de espinas. Sus flores blancas o rosa pálido aparecen en primavera. El fruto, que mide de 1 a 2 cm. de diámetro, madura durante el verano. Las moras y zarzamoras son algunas de las frutas favoritas para la preparación de postres y mermeladas.
Al igual que las frambuesas, se eligen según su apariencia limpia y lustrosa, y un color uniforme. Deben ser carnosas y tiernas pero no muy blandas, y lo mejor es seleccionar las que estén maduras, sin restos del tallo, y siempre rechazar las acuosas o con manchas, señal de mala calidad o mal estado.
Frambuesas
Originaria de Grecia, viajó luego al resto de Europa donde se la puede encontrar en forma silvestre. Pertenece al género Rubus, de la familia de las rosáceas, y hay más de 500 especies distribuidas por el mundo.
Es uno de los berries más conocidos y apreciados por sus cualidades y propiedades. Pequeña y delicada, la frambuesa se destaca por su textura, aroma y un justo equilibrio entre lo dulce y lo ácido. Conviene consumirla lo antes posible y tratarla con sumo cuidado, en especial si se la utiliza como decoración de un plato.
Su sabor acidulado la convierte en la fruta perfecta para la preparación de macedonias, tartas, mermeladas y para combinarla con lácteos. Aunque para el gusto latino quizá no sea tan buscada, en el centro y norte europeo es la reina de las frutas.
Grosellas y cassis
Existen varios tipos de grosellas. La roja se caracteriza por tener un alto contenido en vitamina C -similar al de la naranja o el kiwi- y por sus propiedades antioxidantes, al tiempo que su sabor tiene un punto de acidez que la hace idónea para elaborar compotas y confituras.
La grosella blanca, por su parte, posee un gusto más suave y por eso se la considera de inferior calidad. El uso principal de esta variedad es decorativo, ya que su el color y brillo aportan un toque exótico a los postres.
El grosellero negro da un fruto más conocido como cassis, originario de Asia, y que en el norte y centro de Europa se cultiva en los jardines o en pleno campo. El fruto es una baya negra y aromática con la que se hacen dulces, licores, salsas y aderezos.
Cerezas
Las principales especies de cerezo que se cultivan en el mundo son el cerezo dulce, el guindo y el cerezo "Duke", híbrido de los anteriores, todos naturales del sudeste de Europa y el oeste de Asia.
El cerezo dulce fue uno de los frutales más apreciados por los griegos y con el Imperio Romano se extendió a regiones muy diversas. En la actualidad, la planta se encuentra en numerosas regiones con clima templado.
Las frutas de buena calidad son carnosas, con piel lustrosa y tallos frescos. En la verdulería o el supermercado hay que rechazar las que estén demasiado maduras porque no tienen buen sabor.
El deterioro de la fruta es muy común en la cereza dulce, pero debido a su color oscuro es difícil notar las partes que no están buenas. La carne descolorida, la piel marrón y los indicios de hongo indican que la fruta está en mal estado. Se comen solas, en postres y tartas dulces.
Frutillas
Se cree que su nombre en inglés "strawberry" (straw: paja, berry: baya) proviene de la costumbre de cubrir el suelo con paja debajo de las plantas cuando las frutillas están madurando.
Aunque se cultiva en todo el mundo, prefiere los bosques templados y claros, bordes de caminos y matorrales. Florece en primavera y verano, dando hasta cinco flores por planta.
El fruto es una baya carnosa de color rojo intenso, aromático que se come solo, con azúcar, crema o jugo de naranja; mermeladas, postres, helados, entre múltiples opciones.
Como otras rosáceas, la frutilla también se asocia al amor, y por el color rojo del fruto, las maduras son símbolo de sensualidad y pasión. También se dice que si una mujer embarazada lleva consigo una bolsita con hojas de esta planta, se alivian todas sus molestias.
Para saber cuáles elegir es preferible echar el ojo a las que son de color rojo y lustrosas, de carne firme y con el tallo adherido.
Las pequeñas y medianas son de mejor calidad que las más grandes. Hay que descartar por completo las que tengan partes descoloridas o muy magulladas porque el sabor y la consistencia no serán agradables. Tampoco conviene optar por las que tienen hendiduras o están demasiado blandas; esto significa que la fruta está muy madura o en estado de deterioro.
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