Cocinas del mundo: Finlandia

El día en Finlandia se inicia con un desayuno abundante; en la mesa figuran: budín, copos de avena, huevos, pan, manteca, mermelada, queso y jamón, acompañados por te, café o leche, según el gusto personal. El almuerzo está constituido habitualmente por un plato único, acompañado casi siempre por papas hervidas, fritas o al horno. La papa figura como ingrediente de muchos platos y se le atribuye gran importancia.

Las sopas se sirven en ocasiones especiales: comidas nupciales o banquetes; también para estas ocasiones reservan los "vôileipapôyta" (entremeses); en tales oportunidades la mesa presenta gran variedad de canapés, quesos, carne fría, anchoas, salmón ahumado, ensaladas de todo tipo y, naturalmente el infaltable arenque. A los entremeses sigue un plato caliente y un postre.

Si bien la cocina finlandesa denota la influencia de las cocinas sueca y rusa, su gastronomía tiene platos propios que la caracterizan: el "kalakukko" por ejemplo, pescado envuelto en masa preparada con harina de centeno y de trigo, que no tiene comparación con ninguno de otras cocinas y ha dado lugar incluso a una canción popular.

Entre las especialidades que también se pueden citar figura la lengua de reno con salsa de limón, considerado uno de los platos más refinados de la región de Laponia. Las fiestas de cumpleaños tienen mucha importancia en la cocina tradicional: un postre típico es el "riisipuuro", simple budín hecho con arroz y leche y perfumado con cinamomo, en el cual viene escondida una almendra que asegura a quien la encuentre buena suerte en amor durante todo el año. Durante la siega se prepara el "uustipuuro", una especie de papilla hecha con centeno y, durante la matanza de animales, una tortas de hígado, plato compuesto de ingredientes cuya combinación es típicamente escandinava: se unen al tocino y al higazo, azúcar, pasas de uva, leche y especias, de manera de obtener una preparación realmente insólita.

En los numerosos bosques crecen espontánea y abundantemente arándanos, frutillas y frambuesas con las cuales se preparan conservas; con las frambuesas se elabora una fuerte acquavita, el "lakka". También los hongos son muy abundantes en los bosques; y se conservan para otorgar sabor a la cocina invernal, cuando las verduras son solo un recuerdo de la breve estación estival.

Lo cierto es que en Finlandia resulta evidente la sobriedad de las comidas y la simplicidad de los gustos, todo ello impuesto por una silenciosa lucha con los largos inviernos y las tierras heladas; en una gira gastronómica a través de sus tierras podrán encontrarse aquellos refinamientos derivados de la sencillez que no resultan comunes a las sofisticaciones internacionales.

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