Digestión lenta, qué comer y qué evitar en la mesa

Después de comer, ¿te sientes pesado y con distención abdominal? Es posible que sufras de digestión lenta, un trastorno muy molesto, que en algunos casos también causa somnolencia, ardor, acidez, fatiga y calambres. "Una de las principales causas es el sobrepeso, especialmente la acumulación de grasa en el área abdominal. Pero en el origen del problema también puede haber estilos de vida equivocados, como fumar, el abuso del alcohol, la ingesta prolongada de ciertas drogas, enfermedades como la gastritis y los cambios hormonales en las mujeres", explican los nutricionistas. Para mitigar las molestias, lo primero que hay que hacer es prestar más atención a las fuentes de alimentación. Veamos con la ayuda delos expertos qué comer y qué evitar en la mesa en caso de digestión lenta.

Alimentos si

Para hacer que las molestias sean más soportables, luz verde en los menús diarios a los alimentos que favorecen la digestión, como manzanas, kiwis, cítricos, en particular el pomelo, los arándanos y la piña. También hay espacio para alimentos altamente digestibles, como miel, papas, alimentos con alto contenido de fibra y aquellos que reequilibran el pH del estómago como el apio, las espinacas, las zanahorias, los pepinos, los rábanos y algunos tipos de cereales como el arroz, la quinua, el mijo y el amaranto.

Alimentos no

Para combatir la digestión lenta en la mesa, hay que limitar el consumo de alimentos que aumentan la permanencia de la comida en el estómago, como los ricos en grasas, en particular embutidos, papas fritas y quesos. Evitar también las bebidas gaseosas y alcohólicas, el café y los alimentos que pueden irritar la mucosa gástrica, como el vino blanco, el vinagre, el jugo de tomate y los alimentos especialmente azucarados, como las frutas maduras y naturalmente ricas en fructosa, por ejemplo peras, caquis, albaricoques, higos y cerezas. Además, para reducir el problema, es importante masticar siempre lentamente, hacer muchas comidas pequeñas durante el día evitando los atracones y, por último, beber mucha agua solo entre comidas.