Arroz: una panacea para todos

Una de las cualidades que hacen que el arroz sea un verdadero benefactor para el intestino es su digestibilidad, combinada con el poder de regular y reequilibrar la flora bacteriana, ayudando en caso de problemas gastrointestinales o después del uso intensivo de fármacos.

Por sus propiedades, este versátil alimento puede ser aprovechado por los deportistas en la comida posterior a la carrera; tampoco contiene gluten, siendo una excelente fuente de carbohidratos para los celíacos.

El arroz integral ayuda a los diabéticos: debido a su mayor índice glucémico, es aconsejable comer porciones moderadas de arroz si se padece diabetes.

Entre los nutrientes del arroz se encuentra la vitamina B3, que ayuda a optimizar el metabolismo, al proteger los sistemas gastrointestinales y cardio-circulatorios.

El bajo contenido de sodio hace que el arroz sea aconsejable para aquellos que sufren de hipertensión arterial, especialmente cuando se consume asociado con verduras.

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